Pues adiós

Cuántos de los que se separaron o se despidieron no están ahora juntitos y haciendo discos

Como hicieron en su día los Rolling Stones y Miguel Ríos, Extremoduro se apunta a la fórmula nos separamos-gira de despedida con un emotivo y a la vez seco y escueto mensaje en Facebook. Pues eso, ya no podremos disfrutar más en directo de sus emotivas canciones llenas de poesía como Puta, Golfa, Tu culo es miel, Hoy te la meto hasta las orejas y tantas y tantas bellas melodías que tantas veces hemos escuchado en cintas de cassette y compact disc, hasta que dejamos de grabar cassettes y de comprar compact disc y Robe protestó airadamente. Ya no podremos escuchar más en directo aquello de extrema y dura, tus mujeres nos la ponen mientras femirockistas miran para otro lado. A lo largo de estos años hemos visto como Extremoduro, es decir, Robe Iniesta, pasa de ser el hombre y el grupo más transgresivo y más marginal del mundo a llenar estadios, ser el grupo favorito de los niños pijos y servir de inspiración a intelectuales y cineastas. De ahí a que le pusieran una alfombra roja para tocar en su ciudad de origen, Plasencia, y que le dieran a Robe Iniesta, es decir, Extremoduro, la medalla de algo de Extremadura, mediaba un paso y Robe dio ese paso, exactamente el paso de jugar a ser juglar y a la vez heavylongo, jugar al mismo tiempo a ser honesto y proscrito, legal e ilegal, congruente e incongruente. Jugar a ser todo lo que le apetezca ser toda vez que medios y fans le han dado por unanimidad el estatus de rock star que puede hacer y/o decir lo que quiera y todo lo que diga y/o haga va a estar bien. No han conseguido estar en el mundo de los presuntos acusados de todo lo acusable que hicieron o dijeron hace treinta años o ahora por cuestión de inutilidad manifiesta ya que han hecho lo que se supone que debe hacer una rock star. Prohibidos y caóticos antes, amartelados con el buen estar ahora, se prestan a ese manido truco de la gira de despedida. Cuántos de los que se separaron o se despidieron no están ahora juntitos y haciendo discos. Pocos. Incluso en esos grupos donde todos se han muerto han revivido clones y se han vuelto a juntar y grabar discos. El problema de separarse es que te crees que eres un grupo cuando no lo eres. Tan sólo eres una evolución barata de ti mismo rodeado de otros músicos, sólo que estos llevan ya bastante tiempo contigo. O llevaban. O llevarán. Al menos hasta que nos vayan diciendo adiós, hasta que nos volvamos a juntar otra vez.

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