Cuando escribo este artículo, los restos del cohete chino ya habrán caído en Estados Unidos o África o Australia o el sudeste asiático. Huy, pues menos mal que nos libramos, porque no nos faltaba nada más que eso, que nos cayeran encima 25 toneladas de basura espacial. Algunos agoreros malintencionados decían que incluso podían caer por aquí cerca, en los alrededores del Cabo de Gata, que ya es tener mala leche la cosa.Porque en estos tres años de gobierno de coalición de las izquierdas hemos tenido de todo. Hemos vivido el hito histórico de la pandemia del coronavirus, incluido un confinamiento de todo el país que duró dos meses y medio, algo nunca visto en los últimos cien años. La buena gestión del Gobierno y las medidas laborales adoptadas evitaron una debacle económica que no quiero ni pensar cómo habría sido si hubiese gobernado la derecha. En vez de Ertes, habrían sido Eres puros y duros, todo el mundo al paro. Un desastre. Lo de Madrid fue buena muestra de ello.Hemos tenido a la famosa Filomena -aquella espectacular dana-, al volcán de La Palma, inundaciones, sequías, incendios forestales enormes y descontrolados -con un ejemplo de gestión del PP en el de Zamora desastroso-.

Hemos presenciado el asalto al Capitolio americano, en un intento de Trump de dar un golpe de estado al más puro estilo del Oeste.Ahora vemos a diario la invasión rusa de Ucrania, que ha desencadenado la crisis del gas que el próximo otoño-invierno se agudizará hasta extremos que no sospechamos. La misma que ha originado la inflación bestial que sufrimos y seguiremos sufriendo.Tenemos la viruela del mono, que no se sabe hasta dónde puede llegar y en la que ya somos líderes mundiales, como no podía ser menos.Y tenemos las sucesivas olas de calor, producto del cambio climático al que los gobernantes no son capaces de poner límites. Casi 32º el agua del mar en Cabo de Gata.¿Hay quien dé más?

Y menos mal que lo de Argelia parece que se está arreglando, que la pela es la pela también para ellos.A saber lo que nos quedará por ver el resto de la legislatura, que esto parece que no ha terminado.Siempre he pensado que la política es imprescindible, que no todos los políticos son iguales y que esa profesión es muy desagradecida: asumes grandes responsabilidades y siempre estás enel punto de mira de la oposición y de los medios. No está pagada con nada. Algunos se tiene la gloria ganada.