El árbol y la leña

Y todos se remozan y revuelcan en cualquier árbol caído para recoger la leña, leña para atizar al otro

Hay una cantidad correspondiente aproximadamente a la mitad de los españoles que piensa que la monarquía sostiene el universo conocido y otra cantidad correspondiente aproximadamente a la otra mitad que piensa que el universo está mal porque precisamente está debajo la monarquía haciendo como que lo sostiene. De pronto una señora mayor se levanta e interrumpe la disertación exclamando que en realidad el universo está sostenido por una tortuga. Y quién sostiene a esa tortuga. Pues debajo hay infinitas tortugas sosteniéndose unas sobre otras, lo cual sabe todo el mundo, apunta la señora mayor.

Todas las teorías sobre España y los españoles se resume y se resumirá en buscar un motivo para que como quien dice la mitad discrepe, odie y desee que desaparezca de la faz de la tierra la otra mitad mientras una cantidad indefinida de otros españoles están representados por la señora mayor y la teoría de las infinitas tortugas, o cualquier otra teoría absurda como la primera, la segunda o la tercera. Y todos se remozan y revuelcan en cualquier árbol caído para recoger la leña, leña que no se refiere a leña para quemar y calentarse sino leña para atizar al otro y calentarle. Llámelo rey, república, fascismo, derechismo, izquierdismo, comunismo o populismo pero la verdad verdadera absoluta es la siempre perentoria necesidad de recoger la leña del árbol caído para atizar al contrario. La reflexión sobre el librepensamiento del ciudadano instruido que puede pensar lo contrario, sea cual sea la idea original es herejía, sospecha, blasfemia, anatema, condena del hombre común, contrario a la causa, enemigo del necesario perfume alienante para gobernar a las masas. Necesitamos tu compromiso y espíritu de criterio (que coincida con el nuestro, a ver si te vas a poner de parte de los otros).

En la otra parte las señoras mayores blanden los paraguas e insisten con lo de las tortugas infinitas y los tertulianos de café o cerveza se ponen a la altura de los más versados economistas. Siéntese usted en la terraza de cualquier bar y atienda a la mesa de al lado y escuchará lecciones de economía e informaciones que no tiene nadie sobre el futuro, el presente y el pasado y así pasan las horas y los días mientras que ocultos nadie sabe donde los homúnculos hacen el verdadero trabajo necesario de minería oscura, sucia y sin estatutos prístinos para que no se caigan las infinitas tortugas

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