El callejón del gato

Los árboles permanecen

En cualquiera de los casos el plan no gozaba de mucha simpatía por parte de algunos colectivos

Los árboles de la Plaza Vieja permanecen. El Tribunal Superior de Andalucía anula el acuerdo que aprobaba su desaparición. Había intención por parte del equipo de gobierno del PP de desmantelar la Plaza Vieja para convertirla, no sé si en una plaza castellana, bajo el punto de vista de la estética, o en un espacio abierto para negocios de hostelería, bajo un punto de vista mercantil. En cualquiera de los casos el plan no gozaba de mucha simpatía por parte de algunos colectivos y, con su aprobación, eran previsibles las protestas ciudadanas que ya se habían pronunciado en alguna ocasión defendiendo la permanencia de los ficus. Con el COVID-19 en su mayor apogeo y el estado de alarma que nos mantenía confinados, pensarían los concejales partidarios del desmantelamiento, que era la ocasión propicia para celebrar un pleno extraordinario y urgente, por vía telemática, para aprobar una modificación del PGOU que se llevaría por delante el arbolado y el Pingurucho de los Coloraos. El 20 de mayo de 2020 el gobierno del PP llevó a cabo la operación y, obviamente, evitaron que hubiese protestas en la calle. Lo que no pudieron evitar es que la Asociación de Amigos de la Alcazaba, la Asociación Bicentenario de los Coloraos y Ecologistas en Acción, interpusieran un recurso contra el acuerdo del pleno al Tribunal Superior de Andalucía. La semana pasada el alto tribunal dio la razón a las asociaciones y anuló parte del acuerdo, impidiendo la tala de unos ficus centenarios, con una sentencia repleta de argumentos, que justifican su fallo estimatorio del recurso interpuesto. Los magistrados explican que su decisión no se debe sólo a que los árboles estén protegidos como parte del conjunto histórico. Entre otras razones, señala que son árboles que están adaptados a las "condiciones extremas de fuertes vientos, baja humedad relativa, escasez de lluvias y altas temperaturas durante la mayor parte del año". Destaca que "su supresión afectaría significativamente al medio ambiente", mientras que su conservación "mejoran la calidad de vida". Argumentos de sentido común, añadidos a las razones jurídicas que obligan a conservar el arbolado del espacio público, de modo que solo se permite la eliminación de ejemplares "por causa de fuerza mayor imponderable". Queda pendiente que el Tribunal Superior de Andalucía se pronuncie sobre el Pingurucho de los Coloraos, cuyo traslado, según voces autorizadas, le proporcionaría graves destrozos.

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