¿Tiene arreglo el Cañarete?

Esta es una queja destemplada y en toda regla, dirigida a la autoridad y técnicos (in)competentes que procedA

Esta es una queja destemplada y en toda regla, dirigida a la autoridad y técnicos (in)competentes que proceda, al margen de que no se den por aludidos, como suelen, por censura alguna. A ver, que dice mi esposa, residente en Aguadulce, y cuyo sentido común, como es habitual entre abuelas curtidas, además de sólido es inexorable y cuando da en el clavo, da en el clavo (lo sabré yo): ¡que no se entiende ni tiene perdón de Dios, ni del vecindario, lo que pasa con la carretera del Cañarete! Porque a ver, añade con su selecta memoria de contable milanés (y eso sin ser exhaustiva): que ya en noviembre de 2015, la carretera estuvo cortada seis meses y reabrió en mayo de 2016, se supone que porque no habría peligro. Pero no sería así, porque se siguió abriendo y cerrando por obras hasta 2018 para mejorar no se supo qué. Y en diciembre de 2019, cayó otro peñón y volvió a cerrarse hasta marzo 2020, se supone que conjurado el riesgo, ¿o no? Pues no, porque en septiembre de 2020 el mal estado del talud, la clausuró hasta mayo de 2021, o sea, ocho meses de cierre, por aquello de si podían caer más rocas, porque, ¿podían o no? Pues sí, claro que podían caer más; ¿y nadie lo sabía? Seguro que alguien sí lo sabría. Y si alguien sabía del riesgo ¿por qué abrieron? Porque alguien diría que se abriera ¿o no? Y nada, volvimos a circular varios meses tan campantes, o alguno mirando taludes de reojo "por-el-por-si", hasta octubre de 2021 en que con cuatro gotas, ahora abro, ahora cierro y luego que sí cierro a cal y canto en abril de 2022, al caer otro peñasco que nos ha condenando a sus usuarios, decenas de miles cada día, al vía crucis de la A-7, con los accesos saturados, rezando por gastar solo una hora en recorrer los 10 km del trayecto. Y todo este despropósito, excusado entre una jerga en la que nadie parece saber elucidar cómo solventar esa infraestructura viaria tan necesaria para Almería ni, sobre todo, responder a la cuestión clave: ¿tiene arreglo el Cañarete? Porque lo cierto, dice mi esposa y lo diría su porquero, es que un historial geotécnico como este lo que revela, al cabo, es que circulamos por él con un nivel de seguridad tercermundista y por la A-7 con unos colapsos que ni en el Ferial; y que Almería, no se merece este agravio comparativo con el trato que reciben otras carreteras del estado con un índice de circulación equivalente. Dicho queda, querida, aunque no sirva pa'ná.

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