Hay una escena que me encanta de la película Pulp Fiction donde el personaje de Harvey Keitel, engalanado para la ocasión, pronuncia una sentencia firme ante una escena cruenta de desparrame encefálico: -Soy el Sr. Lobo. Soluciono problemas- . Facilitar se sustantiviza en el término facilitador. Esa ha sido la premisa siempre. En todo grupo humano, mérito, capacidad y responsabilidad debe ser la carta de presentación. Sin embargo, hay parasitismo por doquier. Es habitual comprobar como todo tiende a nacer de un géiser umbilical que dirige las formas y las cuestiones para nuestro propio beneficio y no el del conjunto. A pesar de la pandemia, las miles de horas en vela y el sufrimiento, este grupo humano ha sido capaz de hacer de la mejora continua su bandera de guerra.

Un proceso de acreditación en calidad sanitaria permite determinar el cumplimiento de estándares dirigidos a mejorar la calidad de la atención en salud, basándose en las buenas prácticas de atención, seguridad del paciente, humanización del servicio y responsabilidad social.

Es un procedimiento de evaluación de los recursos hospitalarios, de carácter voluntario, periódico y reservado. Garantiza la calidad de la atención a través de estándares previamente aceptados, permitiendo identificar áreas de excelencia y otras que requieren atención adicional.

Esto favorece el intercambio de información que demandan los usuarios, así como facilita las decisiones en base a la evidencia científica. Por otro lado, fomenta el respeto manteniendo y conservando la dignidad de su personal y de los usuarios. En definitiva, sirve para mejorar las condiciones de trabajo. Aumenta el diálogo interdisciplinar y promueve las buenas prácticas. Las ventajas que aporta a la organización son una mejora de la imagen y de los procesos vinculados a la salud. Exporta servicios y mejoras y reduce los costos derivados de la arbitrariedad. Este grupo humano ha enarbolado la mejora como su bandera. Ha conquistado la cota a pesar de los avatares, de las dificultades sobrevenidas e inesperadas y ha sabido facilitar para hacer lo que mejor sabe hacer: curar, acompañar y velar por la salud de todos . Alcanzado su merecido reconocimiento, puede lucir orgulloso el emblema ganado. A pesar de la pandemia. Enhorabuena, compañeros del HAR Toyo.