República de las Letras

Un ascensor de cristal

No me reía tanto desde que Megino dijo que iba a convertir la Casa de las Mariposas en biblioteca

Ja, ja. ja. Déjenme que me ría: ¡un ascensor de cristal para la torre de la Catedral! No me reía tanto desde que Megino dijo aquello de que iba a convertir la Casa de las Mariposas en biblioteca. ¡Olé, rumboso el tío! Luego, que la Casa de las Mariposas iba a ser un hotel de cinco estrellas, que no había ninguno en la ciudad. Eso ya me lo creí más. De hecho, es una de las razones por las que construyeron el aparcamiento subterráneo de Obispo Orberá. La Plaza del Mercado también, pero eso del hotel fue ya definitivo. Finalmente el edificio salió por once millones y, claro, eso no lo pagaba nadie. Cajamar, claro. Y ahí está. Ni biblioteca, ni hotel.

Y es que llevamos una racha que… Se han empeñado en quitarle los árboles a la Plaza Vieja. Y dirán ustedes: ¡¿Pero qué daño hacen?! Se argumenta que no dejan ver la fachada del Ayuntamiento. Que las raíces rompen las tuberías. Que son caros de mantener. Que ensucian. Que Salamanca no tiene árboles. Que Madrid tampoco. En fin, que en la ciudad del sol -y del solitrón- los árboles no convienen y hay que cambiarlos por macetas. Con el Pingurucho de los Coloraos, igual: que ocupa media plaza y estorba. Ya lo de cortar los árboles y desmontar -o destruir, que hay quien afirma que no se puede desmontar sin romperlo- el monumento es un negocio. La remodelación de la plaza, después, otro. Luego vendrá un aparcamiento subterráneo para uso y disfrute de los señores ediles y señoras edilas, con ascensores directos al interior de la Casa Consistorial, etc., etc. Más negocios para los amigos y amiguetes. Nueva remodelación de la plaza, etc., y vuelta a empezar cada equis tiempo.

¿Y lo de la Hoya o Joya? Se van a cargar el Parque de Rescate de Fauna Sahariana y el llamado en tiempos Cortijo del Cura, supuestamente para hacer un parque. No dudo que lo harán. Pero la entrada a tal parque será desde la Avenida del Mar: la zona ha sido despejada para que por ahí entren los autobuses que traerán a los cruceristas desde el Puerto a visitar la Alcazaba. Así que hará falta un gran aparcamiento. Y, claro, bares, restaurantes y chiringuitos. En todo este proyecto se incardina el despeje de los alrededores de la Alcazaba y la construcción de ese mamarracho que es el Mesón Gitano. Ya sólo falta un ascensor en el torreón este de la fortaleza y otro que suba al Cerro San Cristóbal, no se nos cansen los cruceristas. De cristal, por favor.

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