L LEVAMOS una temporada con el miedo metido en el cuerpo (pandemia, invasión de Ucrania, inflación, desabastecimiento, sequía...), pero los que manejan el cotarro han cabreado a China para incrementar aún más la tensión mundial y se nos borre esa expresión de felicidad absoluta ante un soberbio arroz a banda en nuestro chiringuito preferido, que andamos ahora despendolados. La encargada de tocar los cataplines a las autoridades chinas ha sido Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes de los USA y, al parecer, una especie de Ayuso entrada en años que le ha salido a Biden. Esta buena señora viajó a Taiwán, esa isla que Pekín reclama para su soberanía, y nada más aterrizar en Taipéi, la capital, expresó la solidaridad estadounidense con los taiwaneses, "ahora que el mundo afronta la elección entre autocracia y democracia" (la madrileña habría dicho entre comunismo y libertad). El gobierno chino se mosqueó bastante, pero en vez de emitir una nota oficial de protesta o llamar a consultas al embajador de Estados Unidos, como se hacía antes, organizó una invasión de Taiwán de 'mentirijillas', aunque con fuego real, a modo de ensayo, y nos mostró unos vídeos de sus soldados con cara de muy pocos amigos y pegando unos gritos que asustaban bastante, y eso que no nos traducían lo que decían. Que pongan ese careto de mala hostia y suelten esos berridos sólo se consigue si es un ejército de mercenarios (y aparte del sueldo hay unos pluses en concepto de fiereza especial) o si, como en este caso, son las fuerzas armadas de una dictadura y quien no logre esa expresión de maldad se expone a lo peor.

Ni Putin ni Pelosi ni el chino Xi Jinping nos van a amargar el verano, no se molesten en asustarnos más. Nadie ha devuelto la tapa de pulpo a la plancha o de cazón en adobo porque esta nueva amenaza mundial le haya quitado el apetito. Nos dicen que Taiwán es el mayor fabricante mundial de microchips y que Europa se va a ir al carajo si China invade esa isla, ¿pero estos artilugios no los venden en 'el chino' de la esquina? ¿No? ¡Si en esos bazares venden de todo, máxime si son productos asiáticos! Si va a haber una devastación nuclear, por ponernos en lo peor, que hagan el favor de avisarnos quince días antes para pedir un crédito y alargar las vacaciones.