Desayuno con diamantes

José Fernando Pérez

En blanco y negro

Es más bien una cuestión de poner todo lo posible, no improvisar, no falsear, no fanfarronear

Los malos resultados van a parar al "cementerio que todos los cirujanos llevamos dentro", dijo el famoso médico francés René Lariche.

Año 1895. Los hermanos Lumiére ruedan la primera película de la Historia. Sólo 4 años después, en 1899, el camarógrafo francés Eugenio Pry filma la primera intervención quirúrgica de la Historia: una marsupialización de un quiste hidatídico pulmonar realizado en Buenos Aires, Argentina.

Hoy las operaciones se ven en color, pero los resultados son blanco y negro.

Es un baile salvaje verlo en blanco y negro. Son blanco cuando todo transcurre como debe, o como crees que debe ir. Como te han enseñado,has estudiado, visto y practicado miles de veces. Como quieres que salgan.

Es negro cuando se tuercen. El resultado no es el esperado. La desgracia ha podido acontecer en ese momento sublime de terminar. Cuando al quinto día, maldito quinto día, vemos ese drenaje teñido de color raro, o esa supuración pestosa por la herida. Cuando el color cenizo toma presencia.

Color cenizo, la mezcla de blanco y negro… han subrayado muchas páginas de la historia de muchas personas.

¿Es una cuestión de suerte, azar, o pericia?

Es más bien una cuestión de poner todo lo posible, no improvisar, no falsear, no fanfarronear.

Su antítesis la convierte en un paseo de pistolero. Mirada de perdonavidas entorchado para la ocasión con la mancha roja difuminada por el color del uniforme, recubriendo un alma de charol que chorrea dolor mezclado con almizcle. Podredumbre y arena, pues nadie ha podido juntar el agua con el aceite, jamás.

Una operación no es un vídeo de youtube o un videojuego. Ni siquiera una cosa fácil y sencilla, o "una rajita y ya está", como acostumbra a describirla el vulgo.

Una intervención quirúrgica es un acto difícil, cauteloso. Mortal si no se hace bien. Vital si está indicado. Tenebroso en su concepción para el cirujano. Motivo de socarronería y desparpajo en contadas pero visibles ocasiones.

"La cirugía no sólo es destreza. Es arte y pasión. Compromiso y adicción. Contención y cabeza fría para decisiones cruciales tomadas en segundos. Baile sincrónico que siempre es diferente por sus escenarios. Corazón y mente unidas, guiando los suaves y precisos compases de las manos".

Esta cita, reflexión de la cirujana mejicana Paola Prieto, magnifica la profesión y el acto.

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