La buena serie

En la serie hay algo parecido solo que ficcionando escenarios siniestros

Soy moderno. Veo series de ahora en canales de pago. He visto The Good Fight. Es una serie de abogados donde afloran tramas oscuras que parece que nunca se resuelven. Poco a poco van a apareciendo personajes de otras series de abogados, porque todo viene de antes, es decir, se trata de una evolución que viene de lejos. Yo he visto todas las series precedentes porque me fascinan las series de abogados. Antes fue Boston Legal, y antes El Abogado, y antes La Ley de los Ángeles. Cada serie posterior ha ido recuperando actores de la serie anterior hasta llegar a este mundo aséptico donde todas las cuentas y todas las cifras son de millones de dólares. The Good Fight es una buena serie pero, cómo no, tiene que tratar de inocular su virus político. La serie insiste e insiste en poner a Trump a caer de un burro. Como es el tema progre de moda en Estados Unidos, la serie progre también tiene que dar la turra con lo mismo. Como un monotema, como lo hace Paul Krugman cada semana en El País. De pronto les asalta una causa que hace que cualquier cosa que escriban o hagan hable de ese tema. Paul Krugman era otrora un buen articulista, hasta que llegó Trump. Desde entonces sus artículos en esencia siempre dicen lo mismo. Trump es tonto, Trump es gordo, Trump es prepotente, Trump se equivoca, Trump no vale para nada. En cada artículo y cada semana se dedica a decir porque se está equivocando en cada cosa que hace. La cuestión no es criticar el poder, la cuestión es criticar a Trump porque Trump es Trump. En la serie hay algo parecido solo que ficcionando escenarios siniestros. Manipulación de aparatos electrónicos de votos en las elecciones, oscuras implicaciones en manipulación de jueces. Lo mejor de la serie es que se forma un grupo de mujeres que se hacen llamar la resistencia y actúan en secreto para derrocar a Trump y hasta planean manipular las mismas máquinas electrónicas de voto para favorecer a los demócratas. Lo justifican llamándolo compensación. Y claro, empiezan a tener diferencias y tensiones entre ellas mismas hasta el punto de que la líder del grupo amenaza a una de ellas si les perjudica. Como la vida misma, donde la lucha contra el supuesto mal justifica el propio mal y cuando la posesión de la verdad justifica la resistencia, la resistencia se convierte en la supervivencia del grupo y la destrucción de todo lo que se oponga, empezando por el propio grupo.

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