El Pingurucho

aDRIANA vALVERDE

No caer en la trampa del PP

La llegada del AVE y terminar obras históricas en la ciudad debería ser motivo de alegría para todos

El cinismo político del PP en Almería es algo que parece no tener fin. En el último Pleno del Ayuntamiento los almerienses asistieron a la penúltima performance de la concejala de Urbanismo, que cartel mediante, señaló los 26 días de retraso que lleva el ferrocarril para llegar a la capital. Todos los almerienses, independientemente de color político, deseamos que el tren llegue por fin en nuestra ciudad. Como todos saben, las obras del soterramiento en El Puche imposibilitó que los trenes que venían de Madrid, Sevilla y Granada pudieran terminar su trayecto en la estación, causando las lógicas molestias en los pasajeros.

Pese a este inconveniente, nuestra ciudad está viviendo una de las mayores transformaciones en infraestructuras ferroviarias de su historia. Frente a quienes se empeñan en ocultar el avance de actuaciones que nos conectarán con el futuro, hoy podemos afirmar que estamos más cerca que nunca de lograrlo. La Estación del Ferrocarril ya está terminada y a la espera de que el alcalde se decide de una vez a saber qué quiere hacer con ella. Los socialistas lo tenemos claro: queremos que sea la puerta de entrada a la ciudad. Una entrada que va a tener una escaparate sin igual con la finalización de las obras del Cable Inglés gracias a la intervención económica de los ministerios de Transportes y Cultura.

Además, pese a las profecías agoreras, la construcción de la Alta Velocidad marcha a buen ritmo. Por eso, no deja de sorprender los palos a las ruedas que continuamente pone el PP. Durante los años de gobierno del PP, Almería fue la provincia más castigada. Los distintos ministros de Fomento se pasearon con promesas, pero la realidad es que no invirtieron ni un solo euro en infraestructuras ferroviarios, ni tampoco construyeron ni un solo kilómetro de los proyectados por el gobierno de Rodríguez Zapatero. El único gasto que el PP realizó fue la compra de ladrillos para tapar los túneles de Sorbas. ¿A qué juega el alcalde y su concejala? La llegada del AVE y la finalización de obras históricas en nuestra ciudad debería ser motivo de alegría para todos. Para el alcalde el primero. Defender a nuestra ciudad no se hace solamente con mociones demagógicas, sino luchando y poniendo los recursos necesarios. Almería prospera en materia ferroviaria gracias al impulso de un gobierno progresista en España, dispuesto a saldar una deuda histórica con los almerienses.

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