Desde que se constituyó el Gobierno de las derechas en Andalucía, los socialistas venimos denunciando que el desmantelamiento de los servicios públicos y su privatización era una deuda que el PP iba a pagar a VOX tarde o temprano. Y la pandemia ha sido la excusa perfecta. La pandemia ha afectado especialmente a los más vulnerables. ¿Qué ha hecho la Junta de Andalucía en nuestra ciudad para paliar sus efectos en estos colectivos y familias? Desen-tenderse y privatizar. Lo hemos visto en los Servicios Sociales andaluces, desbordados en plena crisis sanitaria por falta de recursos humanos y materiales. El personal de la Junta de Andalucía en hospitales, centros educativos y servicios sociales ha dado el máximo en una situación extremadamente difícil, en la que el Gobierno de Moreno Bonilla no les ha dado el respaldo que necesitan.

El último atropello de Moreno Bonilla con Almería ha sido lo ocurrido con el albergue de El Zapillo. Esta residencia, gestionada por la Junta a través de Inturjoven, daba aloja-miento a estudiantes, empresarios y profesionales -también sanitarios- y deportistas, que venían a trabajar o a competir a nuestra provincia. Y no solo eso, también distintas aso-ciaciones de personas con discapacidad usaban sus instalaciones como respiro familiar.

De un día para otro, la Junta avisó a los trabajadores y residentes para que abandonasen el centro y entregasan las llaves, sin ni siquiera ofrecerles una alternativa. Los estudiantes se han visto en la calle y los trabajadores se enfrentan a una situación de desamparo, en la que deben optar, bien por irse a otro centro juvenil de la provincia o cambiarse a otra ciudad para mantener su puesto de trabajo.

Ya advertíamos de que el Servicio Andaluz de Salud estaba siendo objeto de abandono por parte de la Junta. La Atención Primaria estuvo cerrada y sigue sin funcionar, no se han reforzado los equipos de salud, ni se ha ampliado el número de rastreadores, pedir cita médica se ha convertido en una odisea, y el colofón a todo esto, ha sido el cierre del hospital de la Cruz Roja, en plena pandemia. Lo que está ocurriendo en Almería es sencillamente un disparate. Moreno Bonilla no puede jugar con la salud de los almerienses y el futuro laboral de los trabajadores de este centro. ¿Y dónde está el alcalde de Almería cuando sus vecinos lo necesitan?