El cambio a peor

Moreno Bonilla ha cambiado el rumbo de Andalucía hacia el desastre en estos dos años

Andalucía atraviesa por el peor momento desde que comenzara la pandemia. Se ha multiplicado por cinco el índice de contagios desde el inicio de esta pesadilla y la incidencia va, imparablemente, en alza. Las UCI están desbordadas y la población, lógicamente, desesperada, indignada y confundida porque hace un mes era llamada a celebrar la Navidad -así se dijo desde el Gobierno andaluz de las derechas- y ahora la Junta le hace responsable de las alarmantes cifras de Covid-19.

En medio este tsunami sanitario y social se cumplen dos años desde que Moreno Bonilla pactara con Ciudadanos y con la extrema derecha para hacerse con el poder en San Telmo pese a no ser el líder elegido por la mayoría de los andaluces. En el ecuador de su legislatura, lo que anunció como el 'gobierno del cambio' lo ha sido, sí, pero a peor. Ha cambiado el rumbo de Andalucía, ciertamente, pero hacia el desastre.

En Andalucía, Moreno Bonilla ha impuesto el caos con sus excéntricas medidas como las de dictar el cierre perimetral entre provincias, pero eximir del cumplimiento de esta norma a quienes vayan a esquiar o a cazar. Son sólo un ejemplo de las contradicciones casi diarias a las que nos tiene acostumbrados el presidente andaluz.

El presidente andaluz está consiguiendo, a pulso, ganarse el apelativo de ser el líder de un gobierno desquiciado, en el que priman las decisiones tardías y contradictorias. Las consecuencias de su gestión se traducen en un colapso de los centros de salud, en un aumento de las listas de espera, una falta de atención a la ciudadanía en servicios vitales como el de Salud Responde que era modélico en el país gracias a la gestión de los anteriores gobiernos del PSOE en la Junta.

En educación, asistimos a un desmantelamiento de lo público por parte del Gobierno andaluz de las derechas que privatiza y ataca a la comunidad educativa, además de dar la espalda a los municipios en materia de empleo y de generación de oportunidades. Comercio y Turismo sufren de la mano de Moreno Bonilla quien lo primero que hizo al llegar al poder en Andalucía fue bajar los impuestos a las grandes fortunas.

Estas políticas y otras muchas más vienen a confirmar que estos dos años sólo han servido para empujar a Andalucía hacia un cambio de rumbo a peor y de ello tenemos que hacer responsables a la coalición formada por las derechas y la extrema derecha.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios