República de las Letras

La canadiense

Cien años de la huelga que consiguió la jornada laboral de ocho horas y el descanso dominica

Se cumplen cien años de la huelga de La Canadiense. Naturalmente, ni usted ni yo, estimado lector, sabemos mucho sobre aquella huelga. La historia siempre la escribe el poder, y en este país la ha escrito la derecha, una derecha que oculta por sistema los hechos del pasado que se refieren a la Historia del Movimiento Obrero, o los tergiversa y retuerce a su conveniencia. La semana pasada emitió la Sexta un extraordinario reportaje sobre la huelga de La Canadiense de 1919 y los principales acontecimientos de la lucha obrera durante el siglo XX. Sobre La Canadiense ya tenía yo alguna información, fruto del proceso de documentación para mi libro RETRATO PARCIAL EN ROJO (IEA, 2012). Más de tres mil obreros pararon la actividad de la fábrica y dejaron sin luz a Barcelona -y sin tranvías, por tanto, que eran la conexión con su gran cinturón industrial en la época- exigiendo la jornada laboral de ocho horas. ¿Cómo se trabajaba, entonces, hasta esas fechas? Pues, como solía decirse, de sol a sol. Hombres, mujeres y niños perdían la noción del tiempo en jornadas interminables, agotadoras, sin acceso al descanso ni a la cultura ni a la vida familiar, condenados a una vida que ahogaba sus frustraciones en las tabernas. A partir de esta huelga, que se extendió inesperadamente a toda Cataluña y a otras zonas industriales de España, y que perdió el gobierno de Romanones, se instauró también el descanso dominical (el sábado se trabajaba como cualquier otro día). Pero, eso sí, la patronal se vengó ampliamente mediante el pistolerismo que sembraría el terror en Barcelona los años siguientes. El otro hito obrero destacado en el reportaje de la Sexta fue la huelga de Reinosa en 1987. La reconversión industrial de Felipe y Solchaga exigió el cierre de fábricas y despidos masivos en la importante localidad cántabra, lo que desencadenó una huelga general que derivó en graves desórdenes públicos al enviar el gobierno a la Guardia Civil. Aquella foto de un puñado de guardias acorralados en un callejón sin salida y guarecidos unos sobre otros tras un escuálido arbolito dio la vuelta al mundo. En este caso la reconversión industrial siguió adelante, pero la actividad fabril continuó en Reinosa hasta el día de hoy. Resulta increíble que todo aquello ocurriera con un gobierno socialista que tenía mayoría absoluta. Hoy es un capítulo importante de la Historia del Movimiento Obrero.

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