La cara amable de la pandemia

No todo lo que ha traído el COVID es negativo. También puede aportar activos en salud

Si algo genera un consenso general es la creencia de que la pandemia y el confinamiento ha modificado nuestra trayectoria previa como sociedad. Existe un número creciente de evidencias que demuestran el impacto negativo que esta crisis está teniendo en nuestra salud mental. Pero no todo van a ser calamidades así que hoy me gustaría aportar una panorámica de alguno de los beneficios que también han traído estos vientos.

Cuando nos encerramos en casa surgió un primer pensamiento colectivo: "no valorábamos lo que teníamos". Pero conforme fueron transcurriendo las semanas empezamos también a tomar conciencia de las nuevas condiciones que se presentaban. El teletrabajo (quién pudo) permitió una razonable conciliación de la vida familiar. Y la ausencia de actividad escolar presencial motivó la creación de los "coles caseros", algo que muchos niños recordarán con nostalgia. El confinamiento ayudó también a que muchos adultos comenzaran a sublimar con su parte más artística escribiendo, tocando o cocinando .

Vernos sometidos, de repente, a la incertidumbre inherente a la vida sensibilizó muchas conciencias. Los datos de voluntariado han batido récords. Algunas ONG han visto incrementados las solicitudes de colaboración hasta en un 80% y asociaciones de todo tipo, incluso vecinales, se han organizado para ayudar a los más golpeados por la crisis. En este sentido hay también datos del aumento exponencial de comedores sociales en barrios de toda condición.

Por otro lado el estar entre cuatro paredes tanto tiempo ha hecho reaccionar a muchas familias. Si bien la España vacía sigue estándolo, el éxodo migratorio de los pueblos pequeños a las ciudades parece no sólo haberse detenido sino incluso se aprecian signos de reversión. Las capitales de provincia están viendo como algunos trabajadores renuncian a la "dictadura del salario" y buscan pueblos donde vivir una vida más sencilla y en mayor contacto con la naturaleza. Pierden poder adquisitivo pero a cambio buscan más paz y tiempo para sí mismos. No resulta un fenómeno exactamente homólogo pero en EEUU están viviendo la llamada "Gran Dimisión" donde miles de ciudadanos, muchos pluriempleados, están abandonando sus puestos de trabajo para reconfigurar sus existencias lejos de la competitividad y el frenético ritmo que impone la vida urbanita.

Y así, a la luz de esta visión diferente, cabe preguntarse ¿te ha servido de algo la pandemia?

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