Se reúnen mil veces, buscan construir la mejor de las escuelas posibles, reivindican sus derechos y todo aquello que creen mejor. No se conforman con las migajas, ni con lo que "se puede hacer". Siempre aspiran al máximo, caminan hacia la utopía, apuntan a las estrellas para poder llegar a la copa de los árboles. Me refiero a las familias, nuestras aliadas, el recurso más numeroso y potente que tenemos en la escuela. Su entrega es incondicional, porque nos entregan durante muchas horas, muchos días y muchos años lo más valioso que tienen: sus hijas e hijos. Son diversas, como lo es la sociedad y la vida misma, y hay una parte del sistema (muchas veces, el profesorado) que las considera una molestia o una intromisión. También es verdad que en determinados momentos y situaciones concretas sus actitudes o sus decisiones nos pueden resultar incomprensibles. Sin embargo, la generalización es a la inversa, la amplísima mayoría de ocasiones en que tratamos con las familias, aportamos argumentos, dialogamos e intentamos llegar a acuerdos, la experiencia es maravillosa. Solo necesitan, en la mayoría de los casos, que les expliquemos las cosas y que contemos con su voz. Hay que tener en cuenta que casi todas las familias dejaron la escuela hace más o menos tiempo, y solo conocen su experiencia propia. Muchas personas tuvieron experiencias nefastas, en un sentido u otro. O tuvieron éxito, y piensan que la fórmula aplicada en su caso es extensible a todo el sistema.

Quienes perseguimos la mejora constante de la educación, defendemos la escuela pública, la democracia y el cambio social, no lo podemos hacer dejando de lado, ni un segundo, a las familias. Esta revolución, o es entre todas y todos, o no es.

La Federación de Asociaciones de Familias de la provincia de Almería (FAPACE) cumple cuarenta años, y lo hace celebrando mañana un Congreso de Educación con grandes ponentes de diversas temáticas (nuevas tecnologías, coeducación, buenas prácticas, participación), entregando reconocimientos (al Gabinete de Convivencia e Igualdad, los Centros de Profesorado de Almería, la Mesa Local de Las Norias y AFIM21) y estrenando una canción por la escuela pública, con más de 100 jóvenes de 9 centros, reflejando toda la diversidad y riqueza que tenemos. Cuarenta años de lucha, formación, iniciativas y actividades. FAPACE tiene mucho que celebrar. Todas nosotras y nosotros, también.