Los hay que son elegidos ediles y pasan desapercibidos. No les interesa lo más mínimo figurar. Los hay, que pese a ser concejales y con cargo, se pasan la mayor parte de la legislatura, por no decir toda, sin dar un palo al agua y cobrando un notable sueldo. Los hay que hacen todo lo necesario por figurar en una lista de su partido, sin importar lo más mínimo por encima de quién deben pasar. Y los hay que son elegidos concejales y se creen que poco menos han alcanzado el Olimpo. En el caso que nos ocupa, incluso, se ha hecho grabar la palabra concejal en el chaleco cuando visita las obras. ¿De quién hablamos?