Suena a tópico, pero es totalmente cierto: la realidad siempre supera a la ficción. Que la derecha andaluza va a quitar recursos a la escuela pública para dárselos a la concertada y a la privada, que se van a privatizar servicios, se va a primar la libre elección de centro por encima de otros criterios de inclusión y redistribución, que se estimulará la rivalidad entre centros… todo esto son cosas que ya sabemos, porque las hemos visto antes a nivel nacional, y también en aquellas comunidades autónomas donde llevan años gobernando. Lo que no sabemos y ni siquiera sospechamos es hasta dónde va a llegar la extrema derecha en cuanto a temas educativos.

Es indignante el chantaje que empieza a producirse antes de conformar el gobierno. El nuevo partido salvapatrias de ultraderecha, después de propuestas tan rimbombantes como eliminar las autonomías, "controlar" la inmigración, copago sanitario para inmigrantes regulares, bajar impuestos, defender la unidad de España, muros en Ceuta y Melilla, liberalización del suelo… pone como primera condición (urgente para Andalucía, deben considerarla) la eliminación de la ley contra la violencia de género. ¿Tan determinante para nuestro futuro es rebajar la protección de las mujeres?

Hay cosas que la ciudadanía, las familias, los votantes andaluces y de otras regiones tienen que saber. Por ejemplo, que la asignatura de Educación para la Ciudadanía no fue "adoctrinamiento" de la izquierda, sino que llegó a España por imposición europea y existe en todos los países de la Unión. O por ejemplo, que el famoso "bullying" o acoso escolar tiene como base en un amplísimo porcentaje el conflicto de género: el niño que tiene que hacerse el "malote" para atraer a las chicas, peleas por amores y desamores, por novias y novios…

¿Qué repercusión tendrá este nuevo escenario político para la educación? ¿echarán por tierra el II Plan Andaluz de igualdad en educación? ¿los planes y personas responsables de igualdad en los centros educativos? ¿qué será lo que venga después? ¿la prohibición de trabajar los valores en el aula? ¿la limpieza ideológica del profesorado? En definitiva, ¿habrá chantaje educativo? Lo más probable es que sí, y debemos ir preparándonos. Algunos plantearemos, llegado el momento, el boicot activo, la insumisión y la desobediencia de ciertas propuestas, desde la argumentación pacífica y desde nuestro trabajo diario.