Una raya en el mar
Ignacio Ortega
Lágrimas
A Vuelapluma
Reconozco que he pertenecido al grupo de personas que han criticado a China por su poco respeto al medio ambiente y por la cantidad de contaminación ambiental que ha provocado en sus años de “productor industrial insaciable”. Sin embargo, ahora reconozco que tras esa etapa de cambio a la industrialización y de consumo desaforado de cemento y electricidad, con un alto consumo de energía obtenida del carbón, con lo que eso contamina, ha devenido en un país que intenta aplicar nuevas actividades y nuevos modos de vida con el fin de salvaguardar la/su Naturaleza. Por ejemplo, en agricultura está impulsando la construcción de invernaderos en zonas con una naturaleza “desmejorada”, y en cuanto a la conservación y mejora de la Naturaleza, está enfrascada en frenar el avance del desierto Gobi. Para ello, tienen previsto plantar 100.000 millones de árboles en una franja de 7.000 km de largo y 400 km de ancho. Comprendo que España no es China, pero desiertos tenemos y me pregunto: ¿qué estamos haciendo nosotros para frenar su avance? Desde que el ICONA plantó los últimos árboles en Almería y cerraron el vivero del Boticario ¿cuántos ha plantado la Junta de Andalucía?
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