A un clavo ardiendo

Ante una situación extrema, agarrarse a un clavo ardiendo es una reacción desesperada y no poco contraproducente

Cuando alguien se encuentra en una situación extrema, cualquier medio o recurso que dé expectativas, por exiguas, extrañas e infundadas que sean, puede ganar la confianza de los desahuciados o de sus más cercanos. Seamos claros: agarrarse a un clavo ardiendo. Crece por días -de las centenas se ha pasado a los miles- el número de personas, relacionadas con los ámbitos médico, científico o universitario, que han firmado una carta abierta a la ministra de Sanidad en la que denuncian "tres problemas que son la causa de muertes, engaños y perjuicios a la salud y la economía de los enfermos". Uno es el ejercicio de médicos colegiados que vulneran el código deontológico profesional, con el beneplácito, según se expresa en la carta, de los colegios médicos; de modo que ofrecen "pseudoterapias" engañosas, en los casos menos graves, o tan dañinas que pueden llevar a la muerte. Otra cuestión es el reclamo de los servicios y productos que contravienen los derechos de los enfermos y son ofrecidos por personas sin cualificación profesional. Y un tercer aspecto tiene que ver con la necesidad de reforzar el marco legislativo y los controles que eviten la venta de productos pseudocientíficos en las farmacias. La carta abierta es una iniciativa de distintas entidades: la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas, el Grupo Español de Pacientes con Cáncer, la Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico -Alternativa Racional a la Pseudociencia-, el Círculo Escéptico, la Red de Prevención Sectaria y del Abuso de Debilidad y Farmaciencia. Aunque el escepticismo, la debilidad o el sectarismo merecen algún detenimiento, se advierte en el contenido de esta carta un claro posicionamiento contra la homeopatía, asociada a productos pseudocientíficos que se venden de forma libre en las farmacias, "a pesar de no tener ninguna eficacia y atentar contra los derechos de los enfermos". El fundamento principal de la homeopatía, como refiere la Sociedad Española de Medicina Homeopática, es que una misma sustancia puede tener efectos diferentes u opuestos según la dosis empleada y la sensibilidad del sujeto. Aunque al mismo Hipócrates se atribuyan tanto el juramento hipocrático, de carácter ético, como algunos principios homeopáticos, la controversia es manifiesta. "Seamos claros: las pseudociencias matan", así comienza la carta. Pero precisamente el miedo o la desesperación ante la muerte llevan a agarrarse a un clavo ardiendo.

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