La colección de AFAL

Estos grandes autores miraron a la realidad con los ojos limpios del poeta emocionado

Conocí a Carlos muy pronto, a mis dieciocho años, en mis primeras exposiciones de la capital almeriense. Desde el principio me ofreció su sincera amistad. Me fascinaban sus depuradas y auténticas fotografías. A decir verdad, descubrí en ellas la verdadera fotografía de autor, y así se ampliaron mis horizontes estéticos. A Carlos le gusta recordar que, en Almería, yo fui el primero que apostó decididamente por su obra, tanto al adquirirle copias como para manifestar públicamente -mucho antes de que fuese el autor multipremiado de hoy- que era el artista más relevante de nuestra provincia. Le agradezco siempre el reconocimiento que hace de mi labor; en realidad todo lo materialicé por pasión y placer de esteta al que gusta rodearse de piezas bellas. Después, siempre por él, fui descubriendo a los fotógrafos de su quinta, la generación de AFAL, que hoy justamente son grandes clásicos. Antes de que Laura Terré publicara su tesis y de que hiciera su exposición del CAAC en 2006, yo ya había comenzado mi nutrida colección de copias de Masats, Maspons, Catalá-Roca, Muller, Miserachs, Colom y algún otro. Las compraba en galerías o subastas, otras veces directamente al autor; recuerdo muy intensamente mi amistad, en este sentido, con el bueno de Paco Ontañón. También aquí, a lo largo de 2006, con motivo del cincuentenario de AFAL, realizamos un ciclo expositivo en Olula. La todopoderosa Junta andaluza-sevillana trabajó activamente para torpedear nuestra labor, sin conseguirlo, pues finalmente se celebraron cuatro exposiciones. Con el tiempo nos liamos la manta a la cabeza y vino el Centro Pérez Siquier, primer museo dedicado en España a un fotógrafo, haciendo un esfuerzo verdaderamente hercúleo para una Fundación con pocos recursos. Hoy es un referente nacional. Recientemente hemos colgado en él la colección de fotografía española que tanto ha costado materializar, dedicada en su mayor parte a los clásicos de AFAL. Y el propio Carlos, hace muy poco, con su generosidad acostumbrada, nos ha cedido su colección de copias de época de los mismos autores. En la exposición del museo de Arte presentamos ahora, en su totalidad, la colección de AFAL del Centro Pérez Siquier. Estos grandes autores miraron a la realidad, por vez primera en España, con los ojos limpios del poeta emocionado, auténtico, y la tradujeron en imágenes nuevas, despojadas de todo artificio, tan bellísimas y vigentes que aún nos siguen turbando.

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