La Consejería de Educación está formada por un puñado de «reinos de taifas»: las direcciones generales (en Sevilla), las delegaciones (en cada provincia) y la inspección (como Dios, en todas partes). Cada una de estas instituciones funciona por separado, con atribuciones propias, y la labor de coordinación recaía sobre la viceconsejería. Es llamativo que se nombre viceconsejera a alguien que viene de la consejería de cultura. Seguro que es la persona de confianza de la consejera, pero sería deseable que fuera alguien con auténtica preparación y experiencia en el ámbito educativo, como había sido hasta ahora. Quizá por esta falta de preparación se han creado dos secretarías generales que coordinan distintas direcciones generales. La viceconsejería, por su parte, sigue teniendo la coordinación de la inspección, en solitario. ¿Quién coordinará todas las partes? Si usted no ha entendido nada, no se preocupe. Yo tampoco.

Además, desaparecen dos direcciones generales. Queda muy bien en el escaparate público todo lo que sea reducir puestos. Sin embargo, hasta ahora ninguna de esas direcciones tenía una función decorativa ni era un «chiringuito» de los que muchos hablan. Son muchas las necesidades y muy extensa la red de centros educativos de Andalucía.

La evaluación del sistema la hacía hace unos años una agencia de la Consejería que ya fulminó el anterior gobierno (PP-C's) y fusionó con Ordenación educativa (encargados de las enseñanzas, entre otras cosas). Ahora, además, se fusiona con Participación y Atención a la Diversidad (que pasa a llamarse «Inclusión»). Dos direcciones generales y una agencia, fusionadas en un solo órgano. Llaman la atención tres hechos más: desaparecen la formación del profesorado y la innovación educativa (parece ser que no son tan importantes) y aparece por primera vez en la historia de la educación andaluza una dirección general que nombra expresamente a la enseñanza concertada (ya saben, esos negocios privados que se pagan con el dinero de todos). ¿Cabe esperar grandes inyecciones de dinero público, cesiones de suelo público o privilegios en cuanto a escolarización, como en otras comunidades? Permítanme hoy cerrar con una cita bíblica, que seguro será del gusto de la concertada: «cuidado con los profetas falsos; se acercan con piel de oveja, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis» (Mateo 7:15-16).

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