Utopías posibles

Luis Ibáñez luque

Un poco de cordura

Hagamos lo que hagamos, en educación, está mal hecho. Y eso es así porque todo el mundo se cree experto en el tema

Hagamos lo que hagamos, en educación, está mal hecho. Y eso es así porque todo el mundo se cree experto en el tema, por el simple hecho de haber pisado la escuela como alumno, o solo por ser docente. Uno puede aprender mucho como profesor (y para bien), o inventar algo el primer día, y repetirlo 30 años. Por tanto, la experiencia a veces tiene un valor enorme, y otras veces solo demuestra que eres mucho más viejo.

Si se utilizan métodos memorísticos y exámenes tradicionales, estamos anticuados. Si no se ponen exámenes, ¿qué cachondeo es este? Si se usan mucho las TIC, es que se nos va a olvidar coger un boli. Si se usa solo lápiz y papel, entonces eso no sirve para el siglo XXI. Si en la etapa obligatoria se aprueba a todo el mundo, ¿para qué vamos a trabajar?. Si se suspende a algunos, no estamos teniendo en cuenta a los más desfavorecidos. De hecho, si no suspendo, parece que no trabajo, y si suspendo demasiado, me echan la bronca.

Por eso solo queda apelar al sentido común. Sin que sirva de precedente, creo que esta vez todas las administraciones ha puesto el punto de cordura que a muchos nos falta. Solo queda que las autonomías no caigan en el fango político (como mi partido es otro, tengo que llevar la contraria). Parece obvio que si casi 2/3 del curso han sido presenciales, la base de la calificación y el paso de curso sea ese periodo. El tercer trimestre será un complemento, solo puede computarse en positivo, y sirve a la vez para reforzar lo aprendido y recuperar a quien no haya llegado... También puede servir para dar ampliación al alumnado de más nivel. En esta situación no se puede penalizar a nadie por lo que haga o no haga "online". Por mucho que tenga los mejores recursos y medios técnicos. Por una razón muy clara: no tiene delante al docente, ni a sus compañeros o compañeras. Y por mucho que nos lo "curremos", no. No es lo mismo, ni en el mejor de los casos. Algunos, además, sentimos un alivio enorme porque al fin trabajaremos solo para que aprendan, sin la espada de Damocles de la calificación. Debo terminar pidiendo disculpas. Hoy estamos hablando de cosas mundanas, casi irrelevantes. Con una situación de muerte, infectados, una enorme crisis económica que se avecina, familias y personas que a día de hoy están pasando serias dificultades, etc... hablar de esto casi suena a broma de mal gusto, pero alguien tenía que decirlo, y se dijo.

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