El coronavirus y el síncope mundial

Parecían lejanos los mundos ficticios de Resident Evil y Mad Max y como realidad nada virtual la serie "The Epidemic"

Todo nuestro apoyo al personal sanitario, que en estos momentos de dificultades están frenando el colapso de nuestro sistema sanitario público, esencial para mantener la capacidad de respuesta ante este gran reto internacional. Trabajando sin descanso. Dando respuesta a toda una demanda que ha desbordado las peores previsiones. En los mismos términos, a toda la comunidad de farmacéuticos.

De igual forma, a todas las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, CNP y Guardia Civil, policía autonómica y local, vigilancia aduanera y protección civil, que están arrimando el hombro con la suficiente pasión para mantener y asegurar la seguridad y el orden en toda la sociedad civil, y siempre, tras la declaración del Estado de Alarma, a las FFAA que están con total disponibilidad. También a los periodistas, que estando ahí, en el lugar de la noticia, transmitiendo minuto a minuto la situación en la que nos encontramos y las distintas directrices que emanan de los órganos de gestión política.

Esta epidemia de coronavirus a nivel internacional y, especialmente, a nivel de la UE, será un elemento de inflexión para la reflexión ante el concepto de lo que ha sido hasta ahora la globalización y la Unión Europea, al demostrarse que la sociedad internacional no está suficientemente madura y preparada para sobrevivir ante determinados tipos de contingencias humanas. En la batalla contra la epidemia, ni la riqueza, ni el desarrollar una vacuna contra el virus por partir de ahí, China, ni el sistema comunitario europeo, ni el sistema social en los EEUU (el mayor poder militar y financiero del mundo) nos ha salvado de la extensión de este virus; ni el régimen espiritual iraní no está ayudando como debiese. El coronavirus ha quebrado la civilización: el petróleo, las finanzas, el libre intercambio, el mercado, el dominio total de la Reserva Federal, las relaciones humanas; los líderes mundiales se han encontrado indefensos, adoptando medidas políticas, en la mayoría de ocasiones, de forma extemporánea y asimétrica.

Parecían lejanos los mundos ficticios de Resident Evil y Mad Max y como realidad nada virtual la serie rusa "The Epidemic" y la lectura de "La peste" de Camus, que podrá dar lugar a la aparición de varias zonas mundiales cerradas a "cal y canto", requiriendo la multipolaridad para subsistir en determinados entornos con autosuficiencia. Tengamos esperanza, fe y caridad. Volverá a brillar la primavera. Paz y Bien.

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