El cortijo

Se puede usar un lanzallamas si son los tuyos, pero les exiges a tus adversarios que se defiendan con un florete

El PP ha cometido un grave error al destituir a Eva Díaz Pérez como directora del Centro Andaluz de las Letras. No le debo nada a Eva Díaz ni tengo que agradecerle ningún favor -vayan a Google y miren cuántas actividades me han encargado desde el CAL-, pero justo por eso me permito opinar (lo habitual, por supuesto, suele ser lo contrario). Pero lo importante es que Eva Díaz Pérez ha mantenido durante su mandato un intachable perfil institucional sin caer en ningún sectarismo. Justo por eso, Eva Díaz debería ser el modelo de técnico profesional que se integra en la Administración Pública por sus cualidades y por su capacidad de gestión, y no por su carácter de dócil perrito faldero. Por desgracia, todos sabemos que en España se da por hecho que los partidos van a colonizar las instituciones en beneficio propio y que van a colocar a sus "mandados" como si las instituciones fueran su propio cortijo. Y por supuesto, todos los partidos han incurrido en esta política lamentable. No hay ni uno que se salve. Y lo peor de todo es que a nadie parece sorprenderle.

¿Quieren un ejemplo? En mayo pasado, en plena campaña de las autonómicas andaluzas, Luis García Montero -director del Instituto Cervantes, una de las instituciones más prestigiosas de nuestro país-, puso voz a un vídeo propagandístico del PSOE andaluz: "Nos merecemos más", decía García Montero apoyando al candidato socialista. Me quedé tan helado que pensé que aquella muestra tan flagrante de sectarismo institucional -impropia de una institución que da voz al español en todo el mundo- iba a causar un cierto revuelo, aunque fuera muy tenue. Pues bien, no hubo ni una sola crítica, que yo sepa.

Lo bueno del caso es que mucha gente que mantuvo un elocuente silencio en aquel momento se enfada ahora por la destitución de Eva Díaz Pérez. Vaya por Dios. Por lo visto, es perfectamente correcto usar un lanzallamas si son los tuyos quienes lo manejan, pero eso sí, a tus adversarios les exiges que se defiendan con un florete de esgrima siguiendo las exquisitas normas del barón De Coubertin. De momento, lo que está claro que el PP andaluz querrá imponer un candidato más dócil y por eso ha echado a una técnica de trayectoria irreprochable, o sea que volvemos a donde siempre. Las instituciones, amigos, van a seguir siendo un cortijo en manos de los partidos políticos. Mal vamos.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios