Los que estamos convencidos de la existencia de un protocolo no escrito de mutua colaboración entre Vox y Unidas Podemos, uno de cuyos artículos podría establecer que "cuando algún dirigente de una de las dos partes contratantes caiga en desgracia, la otra parte activará de manera inmediata un mecanismo de ayuda y salvación", comprendimos el motivo por el que esa diputada del partido de Abascal soltó una grosería contra la ministra de Igualdad. Y así, gracias a que Vox aplicó de manera urgente el reglamento, Irene Montero, que había empezado a estar cuestionada incluso dentro de su partido, resucitó de tal manera que hasta empezó a sonar como la candidata podemita a la Moncloa en las próximas generales. Ya sabemos que esta ministra anda muy escasa de humildad, ¿pero será la gratitud otra de sus carencias, o habrá llamado ya a Vox?

--Que muchas gracias por ese ataque que tanto me ha reforzado.

--De nada, Irene, para eso estamos, para sostenernos mutuamente en los extremos y contribuir al enfrentamiento de los españoles.

--Os invitaría a unas 'cerves', pero me da cosa que nos vean juntas, juntos y juntes por ahí, echándonos unas risas.

--Tampoco nos vendría bien a nosotros, pero no olvides que hoy por ti y mañana por mí, quiero decir que esperamos de vosotros idéntica ayuda cuando nos haga falta.

--Bueno, Pablo hace a diario todo lo posible para que engordéis en votos. Hace tanto como Otegi y Rufián juntos. Y eso lo sabéis muy bien, fascistas de mierda.

--Vale, asquerosa estalinista, pero no sé por qué al final tenemos que insultarnos, con lo que nos queremos.

--Es para no perder la costumbre ni siquiera un minuto. Vox y Podemos trabajan para implantar la 'cultura de la polarización' y cargarse la convivencia, y nos meten mucha prisa para que elijamos trinchera. ¿Que usted ansía el bipartidismo de antes? Bueno, Ayuso desde el PP y Sánchez desde el PSOE parece que quieren que lo olvidemos. Estamos rodeaos.