Señor Alcalde. O señor político, a quién corresponda, en la Avenida del Mediterráneo, en la parte alta, al menos, surca una vía pavimentada de rojo que ya no transita nadie, ni los coches, ni los peatones, ni los ciclistas. Y así, repartidas por toda la ciudad, dormitan incesantes tramos similares. Y esto no pasa en Almería sino también en otros varios municipios. Tan sólo son usadas con asiduidad en los paseos marítimos donde conviven con peatones y atropellos. Y hasta el menos observador de los ciudadanos se ha dado cuenta de esto, que por cierto, al ser mayoría, propietario de un auto y simple peatón, no cuenta para nada en estos lances. En los lances de ser escuchado me refiero. Como es un vago productor de humos que destruye el planeta, sea mayoría o no, no cuenta, salvo para pagar los platos rotos de los invertebrados caminos de nadie y de los postulados que no resuelven nada. Pero hete ahí que no contentos con destrozar la ciudad para nada, los confabulantes van a por el siguiente estadio y es más, reclaman que lo realizado hasta ahora por insuficiente, torpe y hecho mero claudicatorio, no sirve, no vale, hay que trazar nuevas líneas, infinitas travesías que arrinconen de una vez por todas el malvado coche. El malvado coche, que, por cierto, hace que miles de vagos contaminadores generen los impuestos necesarios, en base a productividades diversas, que, por cierto, pagan las inútiles vías con las que se ha brindado al sol. Es el carril bici, tío, son las elecciones, tronco, es la imagen de la ciudad, colega, son los titulares de prensa, machote, es el premio a la ciudad que más carril bici tenga, caballero, es la asimilación de nuestra ciudad a cualquier ciudad europea, mireusted. Es el mismo tráfico de vehículos que antes, caballerete, es la misma contaminación que antes, señoría, es la pérdida de cientos de aparcamientos que utilizaban los mismos que pagaban los impuestos, monada, es el capricho de los que nunca sudan cuando llegan al trabajo tras un trayecto en bici, señormío. Pague usted y si no va a opinar en verde, siga circulando y cómprese una bici, ya, hombre. Yo sé, señor Alcalde o señor político actual o futuro, que tarde o temprano usted bajará la cerviz ante los confabulantes si eso le da imagen que luego pueda ser canjeada en votos y ni contentará a los confabulantes, ni contentará a los demás. Bueno, sí, contentará a sus conmilitantes.
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