Las democracias occidentales son culpables

En el Pleno del Ayuntamiento de Almería del pasado 5 de noviembre se aprobó el presupuesto municipal de 2026, siendo con ello el primer Ayuntamiento de las capitales andaluzas en aprobarlo. Este hecho, que debió ser la nota destacada del pleno, se vio eclipsado por la trifulca motivada por quedar fuera de debate y votación una propuesta de moción dirigida a “promover la acción municipal frente al genocidio de Gaza perpetrado por el Estado Sionista de Israel y en apoyo al pueblo palestino” y, a consecuencia de ello, el abandono del pleno por parte de los concejales del PSOE y el de Podemos-IU-Verdes, una acción que demuestra el talante democrático de estas fuerzas políticas: no estoy de acuerdo con la decisión de la mayoría legítima y me marcho.

Pero no es esto lo que me interesa destacar de esta trifulca política, sino la respuesta que el representante de Podemos dio a la intervención de la portavoz municipal del grupo popular, quien acusó a PSOE y Podemos de ignorar “el resto de conflictos” que existen en el mundo, añadiendo: “a mí me gustaría saber qué piensan ustedes de la masacre de cristianos que se está produciendo, además de en Nigeria, en la República Democrática del Congo”. La respuesta del podemita fue de una extraordinaria simpleza: “¿Sabe usted quién está perpetrando esas matanzas de cristianos en Nigeria? Es un grupo terrorista que está financiado por los de siempre, por estas democracias liberales y occidentales que tanto defienden los derechos humanos, como el caso de Siria”. Una respuesta sin fundamento para un problema muy complejo cuya consecuencia es el genocidio cristiano en África, un genocidio puesto en duda por sectores ideológicos afines a su partido, incluida nuestra TVE que lo considera un bulo y reduce los asesinatos de cristianos y la destrucción de Iglesias a las disputas por las tierras, ataques terroristas, conflictos entre etnias e incluso el cambio climático. ¡Qué casualidad que la comunidad más afectada por estas masacres sea la cristiana!

Volviendo a la respuesta podemita, es evidente la intervención de las potencias occidentales en África desde hace siglos, yo diría desde el XVI con la primera globalización (el descubrimiento de América), al establecer asentamientos en las costas africanas para asegurar las rutas comerciales; luego vendrían las razias para la captura de esclavos, algo habitual que también sufrimos nosotros cuando los bereberes y turcos asolaban nuestras costas para destruir, robar y capturar a la población para esclavizarla o exigir un rescate, como el ataque a Adra en 1620. Ya en el siglo XIX, con la primera revolución industrial, las potencias occidentales iniciaron una carrera por hacerse con el control del mayor territorio africano posible en busca de materias primas y poder geopolítico. No sería hasta mediados del siglo XX cuando los distintos estados configurados por los occidentales lograron su independencia, perdurando aún hoy en día las tensiones generadas durante esa época colonial. Han pasado décadas del fin del colonialismo europeo y hoy asistimos a un nuevo colonialismo llevado a cabo por China y en menor medida Rusia. China, tejiendo una red de dependencia financiera a través del Foro de Cooperación China-África (FOCAC) que tiene su origen en el año 2000 y fue creado para mejorar el entendimiento, fortalecer las relaciones y promover la cooperación entre China y África. Desde su creación, FOCAC ha sido una piedra angular para la ejecución del multilateralismo chino y su estrategia para el sur global. En FOCAC participan China y 53 de los 54 países africanos. Rusia recurriendo principalmente a la fuerza a través del conocido como “África Corps” (no el alemán de la 2ª guerra mundial), un cuerpo expedicionario ruso de mercenarios controlado y administrado por el gobierno ruso para apoyar su influencia política y a los gobiernos africanos alineados con él. Y entre estos nuevos colonizadores chinos y rusos, hay que añadir la expansión yihadista que se está haciendo con el control de amplias zonas del Sahel, asunto este de vital importancia para nuestra seguridad. Estos son sólo algunos de los aspectos que convergen en el “avispero” africano.

Aun así, con este panorama nada halagüeño para los intereses de las democracias occidentales, tras un “riguroso análisis”, el edil podemita, experto en geopolítica y geoestrategia, ha sentenciado: las democracias occidentales son culpables del (no) genocidio cristiano en África.