El equipo de espectáculos institucionales de San Telmo tiene hoy uno de esos actos que tanto le gustan a su jefe. Como la toma de posesión imperial de Moreno en julio o la firma solemnísima de la eliminación del impuesto de patrimonio de septiembre. El actual Gobierno de la Junta se proclama el más andalucista de la historia y quiere el copyright de la bandera verde y blanca. Ha decretado que hoy es el Día de la Bandera y que esa celebración le pertenece. Estos actos no corresponde realizarlos en la sede del ejecutivo sino en el Parlamento que a todos representa, pero mayoría absoluta supone siempre inmoderación.

Los socialistas andaluces contraprograman con un acto de su fundación, en la que han puesto al frente a su presidente más carismático, Rafael Escuredo, que arrasó con 66 diputados en 1982. Izquierda y derecha se pelean por el patrimonio del 4 de diciembre. Un botín: ese día en 1977 más de millón y medio de personas se manifestaron en las principales ciudades andaluzas para pedir la autonomía, convocadas por todas las fuerzas políticas. Tras la masiva participación, fue considerado por el emergente grupo nacionalista como el Día de Andalucía.

Después vino el referéndum del 28 de febrero de 1980, que se perdió en Almería por una leonina ley que exigía la aprobación de una mayoría del censo en cada provincia. La abstención que pidió el Gobierno dejó herida de muerte a la UCD y al PSOE en posición de fuerza. El grupo nacionalista que en los 70 se llamó Alianza Socialista de Andalucía o PSA buscó una salida al bloqueo para llegar a una autonomía como la vasca, catalana y gallega. Planteó el artículo, 144 pensado en la Constitución para Ceuta y Melilla. La escenificación del pacto entre Martín Villa y Rojas-Marcos le costó al PSA el sambenito de traidor.

El PSOE se alzó con el santo y la limosna; cimentó una fuerte hegemonía e instituyó el 28 de febrero como Día de Andalucía. Ahora los dirigentes socialistas se quejan del borrado de sus méritos por parte del PP, que impone su relato lo mismo que el PSOE hizo antes con el PSA. Acaban de publicarse las memorias de Rodríguez de la Borbolla, probablemente el mejor presidente de la Junta; un libro muy interesante por la variedad de asuntos públicos y privados que trata. Discrepo en alguna cuestión. Por ejemplo, insiste en que se desbloqueó el acceso al 151 sin la aplicación del 144. Pero el pacto de octubre de 1980 cita "los motivos de interés nacional a los que se refiere el Título VIII de la Constitución". Y el único de los 22 artículos del título octavo que habla de motivos de interés nacional es el 144.

El día de hoy no debería ser el día de una banderita partidaria para mayor gloria del presidente de turno. Moreno aprovecha que Rojas-Marcos quiere rescatar la fecha del 4 de diciembre y el prestigio de su disuelto partido. Aquí falta un mejor reconocimiento de los méritos de todos y sobra sectarismo. El último novicio que llega quiere ser más que el anterior prior.

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