La Resistencia

Luz Belinda Rodríguez

Parlamentaria andaluza por Almería

El día de la marmota

Atasco del bueno. Otro accidente. Me pongo a pensar en qué solución fantástica nos darán hoy nuestros representantes

Hoy, soy un vecino más de Aguadulce. Seis de la mañana. Estoy saliendo de casa antes de que el sol se anuncie para poder llegar al trabajo. Me quedan dos horas en el coche. Podría decirse que trabajo en otra provincia, pero no: trabajo en Almería capital. Y vivo en Aguadulce. Y así, jornada tras jornada.

Me encuentro al vecino haciendo ejercicios de relajación antes de presionar el botón de apertura del coche. Parece ser la única solución que nos aportan los responsables de nuestras conexiones por carretera: tila, resiliencia e infinita paciencia. Nos saludamos con pesadumbre, pero no nos detenemos a comentar nada del día anterior: total, podemos bajar la ventanilla dentro de un rato. Así el atasco se hace más ameno. Aquí, el que no se consuela, es porque no quiere. Primera rotonda: el sonido del claxon de quienes pasan por alto nuestra realidad de olvidados de la administración sustituye al canto de los pájaros. Apago la radio. Está claro que los que tienen ganas de bromas a esta hora no viven aquí. Ensimismado en mis pensamientos, paso por alto el récord de movimiento de mi vehículo desde los desprendimientos: un metro y medio. Y sin gritar. Toda una hazaña. Nos acercamos a la A-7. Me ha dado tiempo a hablar con el vecino sobre la receta de las berzas de su familia. Mañana me traigo el camping gas: me da tiempo a hacerlas para el almuerzo en lo que llego a Almería. Menos mal que he alcanzado los veinte kilómetros por hora, ya que a las autovías hay que entrar a una velocidad superior. Un poco menos y voy andando.

Atasco del bueno. Otro accidente. Me pongo a pensar en qué solución fantástica nos darán hoy nuestros representantes: ¿colchonetas hasta el Puerto de Almería? ¿un puente aéreo? ¿una máquina para viajar en el espacio-tiempo e ir de Venta Vitorino a la Puerta de Purchena? Tanta inventiva me sorprende. Más que gobernar parecen redactar guiones. Entretenimiento por ficción.

Luego piensas en las propuestas que no afectarán a nuestra economía (ironía), como restringir el tráfico de camiones: a los agricultores les encantará, sumado a todo aquello que les ha hecho salir a la calle a defender sus derechos. Muchos olvidan que son el motor de la provincia. Mañana será igual. Perderé calidad de vida porque los habitantes del Poniente no merecemos atención ni soluciones, según parece. El día de la marmota, hasta 2030 por lo menos. Queremos soluciones.

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