La eSPAÑA DE 2021

España va a necesitar seguir estando asistida por ayudas económicas extraordinarias

En breve celebraremos el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza y, como se esperaba, lo vamos a hacer con unos datos sobre pobreza y desigualdad muy preocupantes y que, en nuestro caso, han supuesto una abrupta ruptura de la tendencia descendente en el porcentaje de población en riesgo de pobreza y/o exclusión social que nos venía acompañando desde el 2015. Concretamente, el avance del informe de 2021 sobre el estado de la pobreza en España de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español (EAPN-ES) nos cuenta que este país ha experimentado un "enorme incremento de la Privación Material Severa, que se incrementa desde el 4,7% hasta el 7% en un año" y ha visto aumentado "el porcentaje de personas que llegan con mucha dificultad a fin de mes, que pasa del 7,8 % al 10 % de la población; la tasa AROPE desde el 25,3 % hasta el 26,4 %, y el riesgo de pobreza, que se incrementa tres décimas, hasta alcanzar el 21% de la población". Así que, esta es la España del 2021: Casi 10.000.000 de españoles en riesgo de pobreza y 3.300.000 personas que han llegado al punto de no poder permitirse un buen número de aquellas cosas que se consideran lo mínimo que el privilegio de pertenecer a la parte del mundo con Estado de Bienestar debería implicar: Mantener la vivienda a una temperatura adecuada, hacer frente de manera puntual a los gastos relacionados con la vivienda principal, comer carne, pollo o pescado, al menos, cada dos días, hacer frente a gastos imprevistos o poder permitirse un automóvil, unas vacaciones de, al menos, una semana al año, un televisor o una lavadora. Y una España que va a necesitar seguir estando asistida por ayudas económicas extraordinarias destinadas a minimizar las consecuencias de la pandemia para los trabajadores y los empresarios, pues, como pone de manifiesto el referido informe de la EAPN-ES, "medidas como las contenidas en el llamado escudo social, el Ingreso Mínimo Vital, el incremento del salario mínimo y otras, han contribuido a paliar las consecuencias de la COVID-19". Y, si miramos atrás, la gran pena de mucho de cuanto hoy nos dicen estos datos es que este país llegase a esta nueva crisis sin haber hecho los deberes que le dejó sobre la mesa la crisis de 2009, y ello habiendo mediado, incluso, una mayoría absoluta en el Congreso con la que darle la vuelta como un calcetín a las debilidades de este país, la del primer Gobierno de Mariano Rajoy, pero que, muy al contrario, guarda entre sus medidas estrella una vergonzante amnistía fiscal para los que habían defraudado a Hacienda y sobre la que el Tribunal Constitucional dejó dicho que suponía "la abdicación del Estado ante su obligación de hacer efectivo el deber de todos de concurrir al sostenimiento de los gastos públicos (art. 31. l CE)." Como diría alguno, demasiado bien estamos...

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