Más empleo precario

La media de afiliación a la Seguridad Social anuncia ya el final de la campaña agrícola

José Manuel García fue noticia en la prensa nacional en abril. Contó su historia en una mesa de expertos. Al terminar su relato recibió el aplauso de los periodistas. ¿Por qué? Porque tenía 50 años y fue un parado de larga duración. Llegó a estar cuatro meses en la calle. Finalmente había encontrado empleo junto a otras cinco personas explotando una huerta ecológica. No cabe mejor ejemplo para ilustrar el balance de la década. Miles de trabajadores mayores de 45 años perdieron el trabajo. Agotaron la protección. Algunos entraron en la exclusión social y los que han regresado al empleo, más precario, reciben el aplauso reservado a quienes hacen algo extraordinario, por lo difícil. José Manuel García podría haber sido almeriense, pues será difícil encontrar un hogar en el que la situación de alguno de sus miembros no haya empeorado durante estos años. Los datos de paro y empleo registrado en mayo y de protección por desempleo de abril, no hacen sino confirmar esta conclusión. El desempleo baja de nuevo, no tanto por la creación de empleo como por el descenso en el número de quienes acuden a registrarse en los Servicios Públicos.

La media de afiliación a la Seguridad Social anuncia ya del final de la campaña agrícola. Los trabajadores de alta en el sistema agrario bajan en 2.766, que no se compensa con el empleo creado en otros sectores, como la Construcción, al ser la Agricultura más intensiva en mano de obra. Al final, los afiliados a la Seguridad Social bajan en 1.580. Hasta ahí nada que no haya ocurrido en este mismo mes año tras año. Demuestra así que nuestra economía es fuertemente cíclica y que lo seguirá siendo. De todas formas, nunca había habido tantos trabajadores de alta en Seguridad Social en un mes de mayo como en este año. Un año que, recordemos, registró en marzo, primero, y abril después, las mejores cifras de afiliación a la Seguridad Social. Afiliación que no enmascara la precariedad. Solo este mayo, en Almería, se formalizaron 32.700 contratos. Un volumen tan alto que solo se explica por la escasa duración de esas colocaciones. Tan es así, que ni siquiera el 5% de los contratos de mayo son indefinidos. Hay que remontarse al año 2005 para encontrar un volumen tan bajo. La última reforma laboral habrá servido para cosas, no digo que no, pero para su objetivo declarado de reducir la temporalidad, es claro que no.

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