El empleo y lo de siempre

El mejor indicador de la recuperación es que ya no se dice. Ahora se habla de precariedad y temporalidad

Durante la pasada crisis se hizo celebre una frase, cambio de modelo productivo. Mucho más fácil de decir que de hacer. El mejor indicador de la recuperación es que ya no se dice. No porque se haya logrado, sino por haber migrado a otra expresión: acabar con la precariedad y la temporalidad. Ambas ideas tenían razón y las dos están relacionadas, pero ¿para qué insistir, si como era previsible el patrón de la recuperación es el mismo que se ha seguido en los últimos 40 años? Sería más o menos así: aumentar exportaciones de bienes y servicios, sobre todo turismo. Eso lleva a que aumenten desde la venta de viviendas para alquiler turístico o segunda residencia a bienes de equipo. En tercer lugar eso repercute en el empleo -véase el aumento de la afiliación a la Seguridad Social- Y por último, con más empleo compramos más. Los cambios de modelo, no son una cosa de un día para otro y vendrán de adaptarnos, si se puede, a los cambios tecnológicos y organizativos que en gran medida se crearán fuera. Adaptarnos y aprovecharlo es ya de por si un reto importante. Mientras, contemplemos lo positivo que dejan los datos mensuales de paro y hagámonos a las excentricidades que nos esperan en esta larga campaña electoral ya en marcha. Una de ellas, me apuesto con ustedes lo que sea, consistirá una vez más en intentar subvencionar todo lo que suene a empleo. En el cercano horizonte están los contratos en formación. Tienen a favor que afecta a los jóvenes, que ahora lo son con treinta años, y te permite aparecer preocupado por el futuro. No basta que la empresa se ahorre las cotizaciones a la Seguridad Social, que total sirven para pagar pensiones. También ahorran salario, porque aquí llega la promesa electoral de Ciudadanos adelanta ya por el Gobierno. Se anuncia que estos jóvenes recibirán una ayuda de 430 euros durante dieciocho meses mientras tienen estos contratos donde el empresario que se ahorra cotizaciones paga en la mayoría de los casos 500 euros. Y si después de todo eso le deja fijo, pues otros 3.000. Y todo ello, sin que se haga un análisis sobre si realmente, realmente, esas contrataciones no se hubieran producido igual sin tanta ayuda. Ni tampoco sobre qué ocurre con los que no están en esa franja de edad. ¿No se desplaza la contratación y se les eterniza en el paro? ¿Qué contratos, además? ¿Más camareros con contratos en formación?

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios