A ESTAS alturas del tercer milenio, tal y como están las cosas, cabe plantearnos qué hacemos como sociedad, como individuos, y también en la escuela para cambiar las cosas. Porque una cosa está clara: o cambiamos, o estamos abocados a la desaparición. ¿Qué puede hacer la escuela, en este sentido? ¿debe permanecer al margen, y ceñirse a los contenidos de hace cien o doscientos años? ¿debe remangarse, junto al resto de la sociedad, para buscar una solución?

Las ideas que realmente salvarán al mundo no están todavía inventadas. Ninguna de las fórmulas que tenemos parece funcionar, aunque intuyamos ciertas vías, ciertos caminos, que a veces parecen terminar en vía muerta, y otras veces continúan y continúan... pero aún no sabemos dónde nos llevarán. Por eso es tan importante (yo diría que urgente e irrenunciable) cultivar el pensamiento divergente. Hay que estar especialmente atentos a todas las formas de pensamiento diferentes, creativas, novedosas. Cualquier pista es buena, y necesaria.

Si hay algo que caracteriza a la literatura es su capacidad para crear nuevas realidades, desde la ficción más o menos realista. Toda ficción tiene su parte de realidad, y acercarnos a esos sentimientos, situaciones, pensamientos e historias que nos son ajenas vienen a enriquecer nuestro propio ser. Muchas veces, son experiencias que no podríamos tener en el mundo real.

¿Cuántas personas han tenido la ocasión de tener un encuentro mientras estaban en la escuela, cada año, con uno o varios autores directamente, hablando en pequeños grupos, mirándoles a los ojos, contando porqué se hicieron escritores, o contando mil historias sobre su mundo real e imaginario? No es habitual, pero en algunos centros educativos nos parece irrenunciable seguir creando estos escenarios de aprendizaje. Este año, el IES Carmen de Burgos celebra su VII Encuentro Literario. Siete años con una media de entre 15 y 20 autoras y autores. Este año son 18: J. F. Sánchez, Gloria Langle, Arturo Llamas, José Picón, Rocío Juárez, Javier Miralles, Pedro Padilla, Óscar Fábrega, Fran Martín, Manuel Murillo, Saray Santiago, Cosmin Stircescu, Ana C. Esteban, Eric Rogal, Francisco Martínez, Santiago Girón, Víctor Cara, Juan Manuel Gil. Gracias por compartir vuestros mundos imaginarios, por encontrar un momento para la juventud, para el futuro. Y gracias también a ese equipazo de 16 docentes que lo hacen posible.