En Almería, la estación del AVE debe estar en el sitio de la actual, en pleno centro de la ciudad. Hay ciudades muertas y ciudades vivas. Cuando uno viaja a otra ciudad lo percibe aunque no sepa por qué. Uno de los motivos que inciden en ello pasa por donde esté ubicada la estación del AVE. Así de sencillo. Así de complejo. Así de estratégico. La de Almería debe quedarse donde está, primero, porque se cuenta con los terrenos. Ubicarla en otro sitio (cercano al eje de la Rambla), sería añadir un sobrecoste a la inversión, ¿o es que ya se piensa en especular con los actuales terrenos y llenarlos de edificios que financien una nueva ubicación? La opción de colocar la estación alejada del centro, a una distancia temeraria del mismo, es una arriesgada apuesta.

Sólo basta analizar lo que está pasando en estaciones como las de Guadalajara, Segovia o Ciudad Real. Todas las estaciones construidas a kilómetros del centro de la ciudad se inscriben en el farolillo rojo de cola en número de pasajeros por día. La apuesta por sacar las estaciones fuera del centro han supuesto más operaciones de especulación inmobiliaria que una decisión por criterios técnicos o económicos. Un ejemplo es lo sucedido con la estación de Guadalajara, Tarragona o Segovia, esta última situada en un descampado en mitad de la nada, alejada 6 kilómetros del centro de la ciudad. Una estación alejada de la ciudad acabaría con la intermodalidad de los transportes que actualmente existe en Almería con la ubicación actual de la estación, que conecta con todos los pueblos de la provincia.

Otra cuestión clave, la conexión con el aeropuerto, esencial para el uso de la red AVE por los viajeros extranjeros, sería mucho más complicada al situar la estación en el norte de la zona metropolitana. Tenemos una Autovía que conecta rápidamente la actual estación con el aeropuerto. Eso es una gran ventaja añadida de antemano para dejarla donde está. Pero, sobre todo, hay que tener en cuenta las opiniones de los usuarios de AVE, que en su mayoría son familias, grupos de amigos en viajes de turismo o viajeros individuales por motivos profesionales. Estos perfiles eligen el AVE como primera opción porque, precisamente, la gran ventaja del AVE es que les deja en el centro de las ciudades a poca distancia de los hoteles o de sus casas y apenas hay tiempo de espera en la terminal. Una estación alejada del centro sumaría tiempos de transporte y espera que supondrían una carga y motivo para descartar Almería como posible destino. Y entonces nuestra ciudad engrosaría la lista de ciudades tristes, pasivas, muertas y melancólicas de las que he hablado al principio.