El callejón del gato

La estación del ferrocarril

Me cuesta trabajo establecer una relación entre la palabra cultura y la palabra contenedor

Si en algo nos caracterizamos los almerienses es en no apreciar lo que tenemos. No conozco que se diera el caso, en ninguna de las ciudades a las que he llegado en tren, de contar con un edificio histórico como la estación de ferrocarril que tenemos en Almería y dedicarlo a cualquier cosa, menos para el fin que fue construido. Ya se hizo con la estación de autobuses, proyectada en 1952 por el arquitecto Guillermo Langle y considerada una de las obras maestras de la arquitectura andaluza. En su interior figuran unos murales de pinturas indalianas, obra de Luis Cañadas, donde aparecen paisajes urbanos y rurales de Almería. Un edificio que fue diseñado expresamente para el transporte de viajeros en autobús y decorado con todos los detalles para dar la bienvenida a los visitantes de nuestra ciudad, perdió su identidad, convirtiéndose en un supermercado, con absoluto desprecio a la motivación y esmero que dedicaron sus creadores. Ahora veo que surge un debate sobre lo que se debe de hacer con la estación de ferrocarril que, tras largos años de abandono, ha sido restaurada. Incluso se ha planteado la posibilidad de someter a votación su futuro destino. La idea de someter su uso a votación creo que ha surgido de Ciudadanos y ha sido aceptada por el pleno del Ayuntamiento, aunque el referéndum, según dicen, habrá de hacerse, como pronto, a medio plazo. Parece que no lo tienen muy claro. En cuanto a las alternativas que se plantearían en el referéndum sobre su uso podríamos elegir entre, una superficie comercial, un contenedor cultural o recuperar la función ferroviaria para la que fue construida. Últimamente las superficies comerciales son la alternativa más fácil para salir del paso, ofreciendo cualquier espacio protegido a una cadena de supermercados. En cuanto a lo del contenedor cultural, no entiendo muy bien a qué se refiere semejante composición. Me cuesta trabajo establecer una relación entre la palabra cultura y la palabra contenedor. Si nos atenemos al significado de ambos términos según la RAE, sería convertir al edificio de la estación en un amplio recipiente para depositar residuos procedentes de la cultura. No concibo semejante supuesto. En cuanto a la tercera alternativa, no entendería que a la pregunta sobre lo que se puede hacer con una estación de ferrocarril, que dese lejos a lo que más se parece es a una estación de ferrocarril, se contestara otra cosa que no fuera "una estación de ferrocarril".

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