La estrategia de las dos velas

Hay quien está especializado en poner una vela a Dios y otra al diablo

Dicen que no se puede. Pero hay quien está especializado en poner una vela a dios y otra al diablo. Así, sin más. Algo tiene que ver esa actitud con aquello de "no poner todos los huevos en una misma cesta". Aunque no es realmente lo mismo. Esta última decisión es propia del mundo de los negocios o de la agricultura (pongamos por caso), y no habría nada que objetar. Si falla uno, siempre se podrá salvar con alguno de los otros. Sin embargo, lo de las velas es algo muy distinto, porque supone que se aboga por dos situaciones contrapuestas, como podría ser actuar de fiscal y de abogado defensor en un mismo caso. El que intentara hacerlo se vería abocado a una dura esquizofrenia que terminaría siendo insoportable. Me resulta extraño oír algunas consideraciones y propuestas ante el problema del precio de la electricidad. En principio tenemos dos polos opuestos: los productores y comercializadores de la electricidad por una parte, y los consumidores por otra. Son intereses contrapuestos. ¿Es fácil, o siquiera, es posible atender los intereses de los dos simultáneamente? Si las relaciones comerciales son simples y directas, me temo que es bastante complicado conseguir que los clientes paguemos menos o igual y, simultáneamente, que los productores sigan teniendo los mismos beneficios. Las quejas en estos momentos proceden de nosotros, los consumidores: nuestros recibos se incrementan sin cesar y refiriéndolos al año anterior no admiten comparación. Aparentemente, todos los grupos políticos consideran insoportables esos precios para muchas economías. Una propuesta para rebajarlos consistió en limitar los beneficios de las eléctricas. Y aquí, en esta propuesta es donde chocan algunos de los que gimotean pensando en los débiles: piensan que poner esos límites va….contra la libertad de mercado y contra los derechos de la propiedad privada y de los beneficios que de ella se derivan: eso es, dicen, algo inalienable. ¿A quién defienden, entonces? En esta situación de tensión el más fuerte arrastrará la cuerda hacia sus intereses. Aunque proponen una cierta solución alternativa: que sea el Estado el que solucione esas deficiencias. O sea que, en el fondo, lo paguemos entre todos pero que sigan siendo intocables los beneficios de las empresas eléctricas. Y clama al firmamento la cifra astronómica y vergonzosa de los beneficios empresariales. Oligopolio, oligarquía, oligofrenia.

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