Después de mantener una conversación con un amigo, sobre Cataluña, este acabo manifestándome la gran confusión que sentía hacia ese interés por desgajar una parte del perímetro que define España; a tal efecto, me pidió que dedicara una serie de artículos a tratar el tema del Proces Catalán, y como tal acepte. Así es que empezare diciendo: A mi juicio, la década de los años 70 a los 80, España estaba formada por una sociedad que se caracterizaba por un panal político de transición hacia un proceso democrático de naturaleza convulsa y de múltiples manifestaciones, hasta que llego la promulgación de la Carta Magna del 78, complementada por una sociedad y numerosas personalidades que lucharon por el proceso democrático. Ahora la situación es muy diferente, llegado 2019, es verdad que vivimos un ritmo de progreso, pero también arduas dificultades, propias de las inquietudes que nos brinda el espacio y el tiempo, tal como la globalización económica y como no nuestra integración cada vez más plausible en Unión Europa. La verdad es que toda esta evolución de libertades, nos han servido para evolucionar socialmente, pero en alguna medida, esas libertades que nos vino a ofrecer la Constitución, donde algunos sectores no la usaron, precisamente para afianzar la palabra Estado, que buena falta hace, sino para poner cuanto más trabas mejor; así que, toda esta parafernalia nos ha llevado hacia la meta del independentismo y el secesionismo; en otras palabras la Constitución dio rienda suelta a una serie de nacionalistas que evolucionaron hacia un separatismo cada vez más radical, en su afán de separar y desde luego no vertebrar esta España que es de todos. En cierto contesto la Constitución so tomo como una barrera, pues desde este punto de vista, por ejemplo: algunos diputados vascos no la firmaron, pero si la aceptaron, no en vano les habría el paso hacia sus viejos derechos forales, hacia aquellos pactos que suscribieron con los Reyes de Castilla y que se confirmarían con el Emperador Carlos y siglos más tarde con Cánovas del Castillo para llegar al Estatuto de Guernica en 1979, pero el Estatuto no les resulta suficiente, buscando la soberanía propia, motivo por el cual la Constitución se torna como un muro a derribar; sin embargo, en el caso catalán, si se firmó y voto la Constitución, afirmando su naturaleza de Pacto de Estado, cosa que algunos parecen haber olvidado, por lo que habría que puntualizar y recordarles que el derecho a decidir si existe en España, cuando lo ejerce todo el pueblo español en expresión de la soberanía nacional. En fin, por motivos de espacio termino, y solo decirles que continuare escribiendo sobre Cataluña.

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