la Buhardilla

Manuel Lucas Matheu

Un flagrante ninguneo

ESTE próximo fin de semana, se celebran, en Almería las VI Jornadas Internacionales de Investigación en Sexología. Bueno, unas jornadas más, de otras muchas que se realizan cada año en esta provincia, me dirán algunos. Pero no es así. No voy a negar que, aunque nunca he vivido, ni vivo de la Sexología, ella ha llenado y enriquecido parte de mi vida. No voy a negar, que la institucionalización de la sexología, como profesión, y como ciencia, ha sido una lucha personal y constante.

Pero, sin negar esta implicación personal, y admitiendo que no soy imparcial, afirmo que estas jornadas, no son otras jornadas más. Y no lo son, porque ponen sobre la mesa un flagrante ninguneo. Un ninguneo que nuestra cultura, nuestras instituciones, y nuestro tejido social, hacen hacia una ciencia, que estudia un hecho, que por mucho que se quiera frivolizar, nadie puede negar coherentemente que constituye una dimensión fundamental en la vida y en el bienestar de las personas, y también, que cuando no funciona, produce mucho dolor y problemas.

En un magnífico estudio, realizado por el Dr. Tesifón Parrón, amigo y colaborador desde hace muchos años, se demuestra que los artículos publicados en el mundo, en revistas científicas de impacto, sobre investigaciones en sexología, no llegan ni siquiera al nivel de algunas enfermedades raras. Por esto, es tan especial y tan innovador que la Universidad de Almería, sea la única universidad pública, que en Europa tiene un Máster Oficial en Sexología, desde el año 2007. Por eso es tan especial, que la Universidad de Almería se esté convirtiendo en un referente mundial de la investigación sexológica. Y por eso, estas Jornadas Internacionales de Investigación en Sexología, no son unas jornadas más. Organizadas por la Sociedad Española de Intervención en Sexología (S.E.I.S.), de la que soy presidente, y la UAL, son la expresión de lo que ocurre esta tierra del sur de Europa: la Sexología está saliendo del armario. Del armario de la cerrazón, del ninguneo, de la frivolización, del desprecio y de la desidia. Gracias a la Universidad de Almería, y de muchas personas que desde dentro lo apoyan, frente a algunas que lo rechazan más o menos sutilmente. Y también, a los profesionales de la S.E.I.S., que desde fuera está totalmente implicados, casi siempre de forma altruista.

Espero que tanto las autoridades académicas y políticas, como la sociedad almeriense, tomen conciencia, de la importancia de esta experiencia pionera en el mundo, y le den todo el apoyo que merece.

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