Opinión

Joaquín Pérez de la Blanca

Estado y futuro de la ciudad

El día once tuvo lugar el debate sobre el estado de la ciudad, dando cumplimiento a lo preceptuado en el artículo 59 del recién estrenado Reglamento; pleno que sirve para escuchar cómo el equipo de gobierno presume sobre su gestión, por un lado, y para que la oposición pintemos un escenario poco halagüeño a la vista de lo realizado. Mucho ha llovido desde que se constituyó la presente corporación, contando incluso con mi paso al grupo de no adscritos. Lo más destacable, sin duda, la pandemia. Otras cuestiones significativas: la planta desaladora, la reforma de la plaza vieja o la sentencia sobre los terrenos expropiados del paseo marítimo. Pero lo fundamental es ¿Qué proyectos marcarán nuestro futuro? Indudablemente los de siempre. La llegada del Ave, el soterramiento, el puerto ciudad… Voy a tratar de ahorrar caracteres, que tengo limitaciones para cada artículo, así que trataré de nombrar aquellos que son más singulares y cercanos en el tiempo.En materia de deportes tenemos sobre la mesa el expediente del Estadio de los Juegos Mediterráneos: un proyecto que incluye una inversión por parte del concesionario de más de 15 millones de euros y seis actuaciones concretas.La puesta en marcha del reglamento en materia de participación ciudadana que ha conllevado un aumento en el número de distritos y la mejora en medios de actuación en la vida municipal. Otros textos normativos están en ciernes, como la ordenanza de convivencia ciudadana o la ordenanza de bienestar animal. Esperamos recibir un buen dinero (Dios mediante) de los fondos europeos de recuperación que irán destinados, en buena medida, a dirigir nuestro modelo de ciudad hacia uno más sostenible y ambicioso, proponiendo medios alternativos y aplicando aquellos que faciliten la vida de nuestros vecinos. Disponemos de un plan turístico de grandes ciudades que nos dará la oportunidad de destacar no sólo por el turismo de sol y arena. Es necesario revisar el modelo de kioscos en nuestra ciudad, continuar apoyando a aquellos que desean renovar y acondicionar sus fachadas y edificios, tratar de mejorar el servicio que prestan las concesionarias, especialmente limpieza y mantenimiento de colegios, y, por supuesto, no dejar a nadie atrás en esta crisis ampliando el importe de ayudas y planificando actuaciones en materia de empleo y de promoción del comercio. Todas estas premisas y otras muchas que se debatieron nos invitan a mantener cierto optimismo habida cuenta de la catástrofe que hemos sufrido. Por ello animo a tratar de ser constructivos y a no desfallecer. Ánimo, empieza la remontada.

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