Continuando con Cataluña y la idea independentista que apoyan los líderes catalanes, haremos referencia a la historia y nos remontaremos a la época carolingia, donde sus territorios compartían una pequeña zona Europea, mientras que otros, que conformaban la Marca Hispánica se encontraban al sur de los Pirineos, pues bien, es aquí donde Cataluña apelaba a su posición norteña, para justificar una singularidad europea y como tal abandonar la influencia carolingia, sin embargo, la antítesis o contestación a esta tesis seria la confederación con Aragón, señal cierta de que después de varias sucesiones, el gran conde Ramón Berenguel IV prefería el ruedo Ibérico, conformando su deseo de sumarse a los demás territorios cristianos peninsulares, por cierto, que tanto se expresaban en catalán como en castellano, sin necesidad de intérpretes de ninguna clase; y después de estos acontecimientos Ramón Berenguel IV, desposado con Petronila, hija de Ramiro II, apodado el Monje, heredera del reino de Aragón y de facto su marido que en su afán de equiparar el condado a los demás reinos cristianos, llevo una política audaz e inteligente, pero que no pasaría de ser consorte de la reina Petronila, a pesar de que durante un tiempo , y bajo el mando de Alfonso III el Liberal se utilizase la expresión "Corona Aragonum et Cataloniae," pero a la postre, permaneció la inicial forma más concisa de Aragón, a veces con algún adjetivo reverente como el de "Sacrosanta Corona de Aragón"; pues bien, la perspectiva histórica del gran conde Ramón Berenguel IV, fue evitar que Aragón pasase a dominio de Castilla y si uniéndolo a Cataluña, extendiéndose el conjunto por tierras del norte peninsular y la Francia meridional, donde la región de Occitania tenía una lengua que emparentaba con el catalán; pero todo este acercamiento por parte del conde, no impidió que surgieran discrepancias entre Aragón y Cataluña que aspiraban a la conquista del territorio invadido, adivinando una visión que en definitiva ponía de manifiesto la intención de todos los reinos unidos para llevar a cabo la gran empresa de arrebatar todo el territorio peninsular al infiel musulmán; en fin, fueron tiempos de altibajos en las empresas que emprendió el Gran Conde, aunque todo empezó a declinar cuando Fernando El Católico mancomuno sus posesiones a Isabel de Castilla, una unidad políticas que caracterizo la a Monarquía Hispánica durante el reinado de los Reyes Católicos y de los Austrias

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