La tribuna

Jopé María Martínez De Haro

¿La guerra de Gila?

LA Asamblea Nacional de Cataluña (ANC) avanza a toda máquina organizando una estructura administrativa, económica y política para el futuro Estat Catalá. Faltaba la guinda para una Cataluña Independiente y la ANC ha llegado a la conclusión que es preciso contar con un Ejército y una organización militar propia de Cataluña. Dicho proyecto pasa por crear unas Fuerzas Armadas que se anuncia públicamente como requisito imprescindible para la defensa de ese nuevo Estado-Nación. Hasta ahora el fenómeno de Pontevedra no ha movido una ceja. Quienes si han movido las dos cejas han sido Artur Mas y sus conjurados sonrientes ante un panorama de esplendor.

La ANC no se detiene ante consideraciones de tipo económico, muy al contrario, se tira a lo grande y propone la creación de una Armada catalana, es decir una flota de guerra donde habrían de incluirse cuatro corbetas polivalentes y una flotilla de fragatas además de un buque insignia. Todo ello requiere, naturalmente, una Escuela Naval propia que prepare a los oficies y suboficiales y un Centro de Operaciones Navales. El personal asignado sería de unos 2000 efectivos, solo para esta Armada. Pero, como cabe suponer, también hay que organizar un Ejercito de Tierra y el de Aire. Y para la presencia y expansión marítima del nuevo Estado, un Mando Expedicionario que no se limitaría al Mediterráneo sino también a los vastos océanos. El de Pontevedra, con sus puros y sus planes estratégicos.

Podríamos decir otra vez, ¡¡ pobre España ¡! , le crecen enemigos por doquier. Porque el argumento primordial del delirio secesionista ha de contar necesariamente con un enemigo exterior bien identificado como el compendio absoluto de todos los males que aquejan a Cataluña y más específicamente a los catalanes. Para la ACN, Artur Mas y sus conjurados, ese enemigo se llama España. Una Nación opresora y despótica que se nutre de la savia de una pequeña nación sojuzgada e invadida como es Cataluña. Esta historia es tan antigua como insólita. Ahora, en pleno siglo XXI; la ACN pretende enlazar tres elementos esenciales de todo proceso separatista nacido al calor de los nacionalismos como en el pasado siglo; una historia ajustada a sus planes, un enemigo exterior identificado y un ejército propio. Van camino de conseguirlo. Sobre estas cuestiones Europa tiene una memoria histórica plagada de horrores. Horrores que van desde los campos de exterminio de la Alemania de 1.943 y llegan a la masacre de los Balcanes en la guerra civil desatada en la extinta Yugoslavia hace apenas unos años. A propósito de estos episodios sangrientos, un experimentado político socialista francés; Francois Miterrand afirmó algo esclarecedor, "Le nationalisme cést la guerre"; el nacionalismo es la guerra. Y ahora, en Cataluña se contempla la posibilidad de comprar corbetas y fragatas, de organizar una armada y preparar un ejército de tierra y de aire. Una Nación independiente no se sostiene sin un ejército y una armada propia afirma la ANC. El pensador de Pontevedra observa desde la distancia de los genios.

Esta delirante aventura de los dirigentes catalanes no reconoce que Europa ya no es aquella Europa de mediados del siglo XX. Los padres de la nueva Europa la imaginaron democrática y unida en los propósitos de alejar para siempre la guerra entre las naciones europeas. Esa nueva Europa, la UE, es una comunidad supranacional, sin fronteras, con moneda única y unos lazos que, con dificultades, van conformando una realidad muy difícil de ignorar. Una realidad capaz de ahuyenta odios centenarios y superar el rencor al enemigo trasfronterizo. Esa comunidad da cabida a países, entre ellos España, que hacen renuncia expresa a resucitar aquellos odios que sembraron de muerte los campos de Europa. Los nacionalismos, necesitan inventar escenarios donde los odios se renueven frente a un enemigo irredento sin importar la manipulación de la historia y la verdad. ¿Temen acaso que España invada Cataluña?. Ni Cataluña es un país sojuzgado, ni los catalanes viven una situación colonial, ni España les roba. Pero no bastan realidades tan elementales. Lo cierto es que buena parte de esta peligrosa invención ha calado en la sociedad catalana.

¡!Pobre España ¡!, en una de las guerras con Portugal el alcalde de un pueblo portugués ordenó emplazar un destartalado cañón orientado a la frontera española, asimismo mandó colocar un letrero en piedra que aun se conserva, dice así; "tiembla España, si te mueves, abro fuego". Este nuevo desafío de la ANC va más allá de la Constitución y las Leyes y ofende a la cordura y la inteligencia. ¿Habrá posibilidad de detener esto? El de Pontevedra se recrea en la solemnidad del silencio.

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