Hay que decir que el paso de numerosas culturas ha ido dejando sus huellas desde lo más antiguo, con numerosos vocablos procedentes del latín, griego o árabe, así como desde los últimos cuatrocientos años, todo un conglomerado de palabras y giros peculiares del habla popular, propio de repobladores y descendientes durante la expulsión de los moriscos de nuestra comarca. Así pues empezaré diciendo que nuestro estilo y entonación tiene características especiales, que si bien son comunes a otras provincias, cuenta con matices variados, produciéndose una comunicación oral que goza de expresiones campechanas tradicionalmente sencillas, con un lenguaje popular que se culturiza desde la diversidad de actividades y profesiones, destacándose variantes que van desde el plano fonético, morfosintáctico y estilístico, como puede ser la metáfora, la comparación, en definitiva todas ellas terminaran configurando una gran riqueza expresiva de nuestra lengua. Veamos algunos ejemplos; hay una distinción fonológica de las vocales, diferenciándose las normales de las abiertas, el diptongo "ie"se convierte en "e"cuando precede a una sílaba formada por el diptongo "ia", ejemplo, pacencia. La "h" al principio se aspira, ejemplo: jarapa por harapa; la perdida de la "d", ejemplo: deo por dedo, eliminándose al final de la palabra haciéndose la vocal precedente más abierta y larga; la "r" intervocálica se suprime en ocasiones, ejemplo: pacá por para acá; la "s" se parece a la castellana, no produciéndose ni el ceceo ni el seseo, con gran distinción entre la "s" y la "z"; a la "z" le pasa lo mismo que a la "s", casi desaparece, ejemplo: "tinar por tiznar", a todo esto se utilizan grupos de consonantes simplificadas y se confunden a veces los fonemas "b" y"g", ejemplo: "gueno por bueno". La morfosintaxis presenta arcaísmos como: "semos por somos", "haiga por haya", alterándose la primera persona del plural del pretérito indefinido, ejemplo: "cantemos por cantamos", así como una utilización incorrecta de la acentuación, apocopándose algunos giros de las palabras, "voy ca Juan" por "voy casa de Juan", anteposición de "me" por "t", considerando además el uso del verbo "haber" en vez del "ser o "estar: habemos 95. Todo esto, contando con una serie de variantes estilísticas de cierto gracejo; ejemplo: "vales más que oro pesas"; la riqueza de vocabulario está garantizada de numerosos arcaísmos, ejemplo: "cejo por corte de agua", giros y modismos, ejemplo: "salirse del cántaro, por salirse del tema", así como una serie de palabras evolucionadas: "avilanejo por gavilán o apañao por mañoso".

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