El medio y el ambiente

El hallos

En los restaurantes se despachaba sangría y en los bares cañas de cerveza: nada de tintos de verano ni de rebujitos.

Estamos a las puertas de la Virgen de Agosto, que dicho de paso, menudo trasiego de fiestas populares suponía para Fraga cuando era ministro de Información y Turismo y tenía que entregar ramos de flores por doquier ataviado con un fresco terno negro: apariciones intensas y extensas en los telediarios de la única. ¡Cuánto habrían disfrutado en aquella época del monopolio algunos liberales actuales!. En los restaurantes se despachaba sangría y en los bares cañas de cerveza: nada de tintos de verano ni de rebujitos.

Sin embargo, ahora estamos, están, a vueltas con si hay o no hay gobierno, y con la noticia de que el presidente del Parlamento polaco ha dimitido por usar una vez, el avión oficial para un viaje privado. No son fechas, ahora está España entera, en el doble sentido de la expresión, disfrutando de las instauradas vacaciones de verano, que no anuales.

Y por si eso fuera poco, se ha puesto ¿en candelero o en candelabro? El informe de la ONU que andaban elaborando un grupo de científicos ilustres sobre la alimentación y el medio ambiente, en el que hasta han medido ¿qué pedos contaminan más: los de los pollos, los cerdos o las vacas?. Han concluido que los de los pollos por su alto contenido en nitrógeno, pero también los de las vacas por su alto contenido en metano. Ahora bien, no publican el volumen de los gases expelidos en ninguno de los dos casos, o al menos yo no le he encontrado.

Un inciso: en ese punto y aparte he hecho una pausa y he ido a la ¿barbería?, ¿peluquería? de Miguel Uclés a recoger mi carnet de abonado de la U. D. Pavía. Veremos a ver qué año me espera.

Volviendo a la ONU, a pesar de sus estudios sobre la contaminación que produce comer pollo o vaca, soy de los que piensan que con las granjas de pollos se democratizó la carne en España, ya que dejó de ser patrimonio de unos pocos que se podían permitir arroz con pollo los domingos. Hecha esa salvedad, defiendo que las granjas de todo tipo cuiden a los animales y se controle su contaminación, así como que se promocionen las de pescados que admiten cereales en su dieta, y que se aclaren bien de qué quieren para nuestro incierto futuro pues, es posible alimentarnos con dieta mediterránea, comer carne: cerdo, pollo y vaca, no solo sin contaminar, sino que enriqueciendo la atmósfera en Oxígeno. Pero para eso hay que empezar de una vez a usar las tecnologías que tenemos a nuestro alcance. ¡Las hay!

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios