Las hilanderas, tal y como las pintó Velázquez

"Las hilanderas" ha recuperado su tamaño original a través de un marco movible que oculta los añadidos

Las hilanderas", se liberan de añadidos y luce para nuestros ojos y sentidos tal y como las pinto el genial Diego Velázquez. Los visitantes del Prado que contemplen a partir del pasado mes de julio "Las hilanderas", se toparán con la pintura original, sin los añadidos incorporados en el siglo XVIII que provocaron que la escena del fondo pereciera más alejada y adoptara un cariz más costumbrista que mitológico. "Las hilanderas" ha recuperado su tamaño original a través de un marco movible que oculta los añadidos, que se puede abrir y cerrar y en cuyo interior hay una manta ignífuga para evitar incendios. La famosa obra de 167 cm. por 250 cm. a la que se añadieron una ancha banda en la parte superior de casi medio metro con un arco y una ventana ovaladas y a la derecha, izquierda e inferior, una más estrecha, lo que ampliaron el lienzo hasta las medidas 220 cm. por 289 cm., tal y como se ha visto hasta hace algo más de mes y medio. Advierto que no todas las pinturas que cuelgan los principales museos históricos tienen las dimensiones con las que fueron creadas. Y como hemos dicho el Prado no es la excepción. En el pasado era una práctica habitual -hoy sería una aberración- que se agrandaran los cuadros por necesidades decorativas con el fin de adaptarlos al espacio donde se iban a colgar. El proyecto "Enmarcando el Prado" tiene como objetivo dotar de marco a pinturas que carecen de él. Así, durante mucho tiempo los ojos de los visitantes han visto la representación de una escena cotidiana en un taller de tapicería con un primer plano en el que el pintor representó tareas relacionadas con el hilado y un fondo con unas damas de pie ante un tapiz. Este plano cobra ahora el protagonismo que Velázquez quiso darle al no verse esos añadidos, ya que los elementos principales de la historia que cuenta el pintor se encuentran en el espacio del fondo, donde la diosa Palas armada con casco discute con Aracne, compitiendo sobre sus respectivas habilidades en el arte de la tapicería. Y tras ellas el tapiz de "El rapto de Europa", que pintó Tiziano para Felipe II (actualmente en Boston) y que, a su vez, copió Rubens durante su viaje a Madrid. El delicado estado de conservación de "Las hilanderas" ha impedido que los añadidos a la obra original hayan podido ser eliminados como se ha hecho en otros cuadros en mejor estado.

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