República de las Letras

A la huelga

Se jactaron de incorporar a la mujer al trabajo: la incorporaron al mercado laboral, que no es lo mismo

Pasado mañana es la huelga feminista. Es compleja la problemática de las mujeres en este país de segunda, tanto económica como cultural y educacionalmente, que es España. Uno no se puede sentir orgulloso de lo que ocurre -de lo importante que ocurre, digo, no de las banderitas y demás-. La patria de uno es el lugar en donde se puede ganar la vida dignamente, aquel que protege a su familia, aquel que respeta su vejez. Ninguna de esas condiciones se dan ya, si es que se dieron alguna vez -recordemos aquellos cientos de miles que se tuvieron que ir a Alemania en los 50, los 60, los 70…- en este desgraciado país que decimos amar. No, uno no puede estar nada orgulloso de él. Este es el país que va a dejar Rajoy cuando por fin los pensionistas, los parados, los estudiantes y los trabajadores lo echemos: un país sin ética social, sin compromiso empresarial para con el resto de la sociedad; un país que no asegura el futuro del trabajador ni da una educación de calidad, justa y necesaria a sus jóvenes; un país donde impera un dios: el dios dinero (con sus diferentes advocaciones: beneficio, margen, plusvalía, valor añadido, interés, dividendos… Y también estafa, escamoteo, fraude, evasión de capitales…). Y una sola religión: la maniobra, el cambalache, la economía. Su cielo es hacerse rico. Su infierno, ser pobre. Sus símbolos, $, €… Valores como la ética y la solidaridad, y el sentimiento de pertenencia a una clase social, a un grupo humano, a un colectivo, a una comunidad de intereses son denostados. El esfuerzo, el trabajo bien hecho, el tesón, el ahorro, la consecución de metas a largo plazo, son menospreciados. Esta es la herencia del PP, la herencia de Rajoy. Pues bien, si hay un colectivo que además de todo eso ha sufrido la crisis con especial dureza por su minusvaloración social ese ha sido el de las mujeres. Aquel viejo principio socialista de a igual trabajo igual salario jamás se ha cumplido en España. Los socialistas no igualaron, en 13 años de gobierno, a mujeres y hombres. Se jactaron de haber sido ellos los que incorporaron a la mujer al trabajo. En realidad las incorporaron al mercado laboral, que no es lo mismo, pues no fueron equiparadas en derechos y tampoco fueron redimidas de las llamadas ocupaciones feminizadas, todas ellas con menos salario, menos cobertura y menos consideración social que los hombres. Por todo esto, pasado mañana, a la huelga.

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