Álvaro / Leiva

El idealismo en la empresa

Hasta hace pocos años, el término "responsabilidad social" representaba para muchas empresas un concepto muy ligado al altruismo, las donaciones y la caridad, y muy alejado de los objetivos empresariales enfocados en maximizar el beneficio.

Afortunadamente, esta visión sesgada está dejando paso a una mucho más amplia y global donde lo "socialmente responsable" no tiene por qué estar reñido con los beneficios y la rentabilidad de una empresa. En los últimos años se está produciendo una clara evolución del concepto de altruismo esporádico a una responsabilidad social como política corporativa permanente.

Lo necesitábamos, la sociedad empresarial tenía una grave dolencia; la falta de idealismo en sus metas y a veces, cierta falta de ética. Esta nueva filosofía empresarial está auge y va más allá de una moda pasajera, acercando de forma definitiva la conciencia social y las metas idealistas a la actividad empresarial.

Hay quienes consideran que las políticas de RSC son utilizadas por las empresas con el objetivo de reforzar su imagen, ocupándose de que el mercado les reconozca su solidaridad gracias a importantes campañas de comunicación. Sin embargo, cabría preguntarse si no es loable dedicar cierta inversión a estas políticas cuando muchas otras empresas que no lo hacen compiten en los mismos sectores y por los mismos clientes. Sirva de ejemplo la escasa concienciación medioambiental de empresas de muchos países emergentes que rivalizan con empresas de otros países donde las normativas y compromisos con el desarrollo sostenible son una realidad palpable.

Por otro lado, hay empresarios y empresas que no conciben su crecimiento sin un desarrollo del entorno en el que actúan, e implementan políticas de RSC por pura convicción. Estas empresas suelen ser por lo general más discretas en la forma de comunicar sus políticas y entienden el idealismo de sus acciones como parte indisoluble de su actividad.

Ahora quiero hablarles de una de estas empresas que actúan por convicción; el Grupo Cosentino. Desde su nacimiento por el año 1980 hasta hoy, tanto el Grupo como sus impulsores se han comprometido con el desarrollo de Almería y especialmente con la Comarca del Mármol, poniendo en práctica claras políticas de desarrollo sostenible y apoyando el desarrollo de la provincia.

El Grupo Cosentino ha experimentado un rápido y espectacular crecimiento, y con él también han aumentado sus políticas medioambientales y sociales. Planes como el de reducción del consumo de agua y reciclaje, control de consumos y minimización de residuos, reducción de compuestos orgánicos volátiles o la apuesta por la formación y el apoyo a la investigación y a la innovación son claros ejemplos.

En octubre de 2007 el Grupo Cosentino lanzó la Fundación Eduarda Justo, una Fundación sin ánimo de lucro que ostenta el nombre de la progenitora de los fundadores y que representa la esencia y alma del compromiso que Cosentino tiene con el desarrollo socioeconómico de Almería.

La Fundación que nació con el espíritu de devolver a la sociedad almeriense parte de lo mucho que de esta ha recibido, considera que el futuro de Almería depende fundamentalmente de la formación de sus jóvenes, de su capacidad para liderar sus empresas e instituciones, crear nuevas empresas, generar riqueza y, en definitiva de asumir el liderazgo de su futuro. Es por ello que las actividades de la Fundación van encaminadas a identificar y formar a los futuros líderes de la provincia a través de su Programa de Becas Internacionales de Postgrado y de su seminario "Líderes del Futuro de Almería".

Gracias a las Becas Eduarda Justo dos jóvenes de la provincia están cursando actualmente un programa Master en Dirección de Empresas (MBA) en la Universidad de Harvard y en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). Así mismo, 50 jóvenes almerienses pudieron también participar en el seminario intensivo de formación en liderazgo que la Fundación organizó el pasado mes de julio y que contó con ponentes del máximo nivel.

Soplan aires nuevos y favorables para el conjunto de la sociedad. Iniciativas como la Fundación Eduarda Justo que promueven e impulsan el talento y el crecimiento exponencial de empresas que están cada vez más comprometidas con el desarrollo del entorno, hacen que seamos muy optimistas y positivos en el papel que juegan las políticas de RSC en la sociedad. Ya sean como estrategias comerciales y corporativas o bien por pura convicción, si cada vez hay más empresas que ponen en práctica este tipo de acciones, con un mayor respeto hacia los valores éticos, un mejor trato a las personas y al medio ambiente y que ayudan al desarrollo de la sociedad, me pregunto ¿no es este mundo ahora un lugar mejor en el que vivir?.

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