Reflejos

fRANCISCO bAUTISTA tOLEDO

Escritor

La iglesia de cantoria

El pueblo gira entorno a la iglesia, es el eje que rige todo su flujo de vida. Al entrar a Cantoria su presencia pasa desapercibida, mas al pasar la plaza, hacia el Paseo, aparece inmensa, con poderoso porte que anonada la mirada. Surge como un deseo de persistencia de la voluntad en sus habitantes, cuyas vivencias, tristezas y alegrías, van quedando impregnadas en sus piedras. Al contemplar su exterior aparece austera, desnuda, recia, perenne en el tiempo, ella siempre está, las vidas se consumen y pasan. Su interior es diáfano, pleno de luz, en perpetua recitación de salmos eternos, cifrados en el diseño de su plano. En ese espacio interior el vacío lo llena todo, en sus dimensiones organizadas como universo protector, punto de inicio para la elevación hacia el infinito.

Edificio neoclásico, construido como expresión de sueños de grandeza, resultando una mole majestuosa, que quería ascender hacia el cielo, escapar del entorno reseco, donde la luz fluye libremente sin ningún obstáculo verde, sólo tierra, recortada y dura, depositaria de la huella de los que allí habitaron, que permanecen en la impronta espiritual que en ella dejaron, mostrándose en cada una de las formas que están presentes. La Iglesia construida es el símbolo de la montaña mágica, que conecta con el mundo paralelo, perfecto y extraordinario, reflejo del existente en la Tierra, pero sin las ataduras contingentes que impiden se muestre la realidad auténtica a nuestras miradas.

En su interior el espacio libre lo es todo, coronándose graciosamente el edificio de forma etérea, penetrando la luz bajo su cúpula, signo de la Revelación y Gloria, grandiosidad arquitectónica que quiere ser imagen del Cielo.

Con un amplio altar mayor al fondo, configura el templo un universo mágico, de recogimiento y unión espiritual de todos sus habitantes.

Sus dos torres se alzan orgullosas, en dialogo intemporal con la Ermita y la Piedra del Lugar Viejo. Siluetas que avisan en el horizonte de la presencia del pueblo, como también sobre la hazaña de sus habitantes.

La iglesia de Cantoria sigue mirando los tiempos, es pasado, presente y futuro, todo se resume en ella. Es permanencia, recuerdo y tradición, expresión del genio del lugar.

Construcción pétrea, eterna propuesta para perdurar en el tiempo. Comunión de cielo y tierra, espacio de sosiego, unión de la Comunidad, corazón del pueblo, deseo de triunfo temporal, así es la Iglesia de Cantoria

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