P implica Q

Para que P implique Q hay que reconocer las falsedades de ambas proposiciones, de las dos, no solo de una

Como todos recuerdan, en otras décadas tuvimos un contacto con la lógica de enunciados y conocimos las inferencias y las proposiciones lógicas. No diré nada de la lógica de predicados, que viene después y que se estudia en la universidad porque es muchísimo más compleja. Pues la que conocimos todos nos viene muy bien para este artículo, ya que el contenido no puede ser dicho en otro lenguaje. Existen grupos de población que no entienden que no estar de acuerdo con algo no significa, en absoluto, pensar lo contrario; que existen una infinidad de tonos grises no solo son apetecibles sino necesarios. Por eso el lenguaje lógico va ayudarnos a obviar estereotipos y subculturas, contaminaciones, para así centrarnos en el problema real. En este país de dobles morales se hace necesaria esta estrategia. Vamos a ello: existen algunos P que se aprovechan de los recursos de los Q, aunque los Q los hayan acogido de otro conjunto. De igual manera existen P que no solo agradecen que los Q hayan abierto las puestas de sus casas y hayan puesto a su disposición fondos destinados para su manutención sino que intentan corresponderle con una adaptación personal al nuevo conjunto, en lugar de una imposición de costumbres como los primeros. Por otro lado se dan dos comportamientos en el seno de los Q: los que desprecian a otra letra que no sea la de su conjunto y que mantienen una postura de rechazo hacia otra letra del abecedario. Y están los Q solidarios, los que se acercan ayudar a los P, y preguntan cuáles son sus necesidades. Los P que se aprovechan y los Q que rechazan son del todo deleznables, al igual que son del todo plausibles los otros dos ejemplos contrarios. Según la combinación, no siembre P implica Q, para que se de la implicación ambos dos deben precisamente eso: implicarse. La adaptación al nuevo medio es tarea de ambos. Y no ayuda en absoluto decir que no existen los P que se aprovechan o los Q que no rechazan. Si lo que queremos es que P implique Q en primer lugar hay que reconocer la realidad tal cual es, y en segundo lugar señalar tajantemente a los que impiden esto, sean quienes sean. El populismo político, el estereotipo y el lugar común son innecesarios en esta tarea. La doble moral y el fanatismo también. Humildad lógica diría Platón si nos leyera; como también dijo que para ingresar en su academia era imprescindible saber de matemáticas.

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