Tengo Mañana se celebra en España el "Día de los Abuelos". Fue Mensajeros de la Paz quien promovió esta festividad en 1998, en la persona del Padre Ángel. Aunque lo de celebrar es un decir. ¿Quién celebra este día tan concreto? Nadie. Ni siquiera los comercios, ni los grandes centros comerciales se acuerdan de ellos. En cambio, todos los padres, en cuanto surge algo o cualquier inconveniente, sí se acuerdan de ellos. Hay abuelos que casi pasan más tiempo con sus nietos que sus propios progenitores. Todos recurren a ellos. Tanto los padres como las madres, recurren a los abuelos con más asiduidad para "endosarles" a los niños mientras ellos trabajan. Pero también cuando le surgen alguna salida extraordinaria, o cenas, o reuniones con amigos. Cuando acaba la guardería o el colegio y los progenitores siguen trabajando, en meses de julio o agosto, los abuelos multiplican las horas que pasan con los niños.

La "fiesta de los abuelos" debería ser un día hermoso para el encuentro familiar, sobre todo por haber permitido la convivencia de tres generaciones, que tanto los mayores como los niños ya más creciditos entienden perfectamente y agradecen, manifestando toda su cordialidad y afecto. El cariño, la comprensión y la compañía son la trilogía de las "C", que necesitan las personas mayores y que hay que darles para que se sientan satisfechos. El cariño, en la aceptación del afecto, voluntad y amor como expresión de un sentimiento. La comprensión, como perspicacia para entender las cosas de la vida cotidiana, penetrando en la interioridad de su deseo, para darles el ánimo que precisan puntualmente, y por último, la compañía en el sentido de permanecer unidos a esas personas, para evitar la sensación de angustia que suele provocar la soledad.Es un hecho que vivimos en un país donde predomina la población mayor y cualquiera de nuestros esfuerzos deben ir encaminados a satisfacer las necesidades de este colectivo. Nuestros mayores han sido y son la base de toda unidad familiar.

Por todo ello, me gustaría felicitar a todas aquellas personas que llevan acumuladas tantas y tantas primaveras en sus corazones, tratando de lograr entre todos y cada uno de nosotros, que todos los días del año estas personas, los abuelos y abuelas, se sientan queridas y valoradas por todos aquellos que tenemos el privilegio de que nos llamen con cariño nietos.

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